Siero insta al Ministerio de Fomento a tomar medidas urgentes una vez constatado, a través de un estudio, que varios puntos del concejo, vertebrados por la autopista "Y", superan los niveles legales de ruido. El estudio refleja mediciones tomadas en lugares críticos como Lugones, Viella y La Fresneda.

En horario diurno -considerado desde siete de la mañana a siete de la tarde- el límite está establecido en 65 decibelios. El mencionado informe de mediciones de ruido determina que en seis de los siete enclaves evaluados se supera esa cifra, y en tres de ellos se alcanzan 71, 73 y hasta 77 decibelios. En período de tarde -de 19 a 23 horas-, aunque los niveles de contaminación acústica se reducen ligeramente en tres lugares de los controlados, los niveles están por encima de los 65 en todos, excepto en uno.

Durante la noche -de 23 a 7 horas-, los niveles de ruido permitidos legalmente se marcan en estos casos en 55 decibelios. Al haber menos tráfico a esta horas del día también hay menos ruido, pero así y todo los índices están por encima de los permitidos. Sólo en uno de los siete lugares en los que se hicieron mediciones se respeta la marca de los 55 decibelios, pero en los seis restantes están por encima: Van desde los 59, a los 63, 67, 69 y 71.

Por estas razones, el gobierno local de Siero quiere tomar cartas en el asunto, después de años y años de trastorno para los vecinos. El alcalde de Siero, Ángel García, insta al Ministerio de Fomento a tomar medidas teniendo en cuenta los niveles de ruido que sufren los residentes de las zonas afectadas por el paso de la autovía.

García pide que aprovechando las reformas previstas en este tramo de la "Y", para mejorar la seguridad, se hagan otros trabajos encaminados a reducir los niveles de ruido. Calculan que esta situación afecta a unos 15.000 vecinos y, según la dirección del viento, se escucha también en otras zonas más alejadas. En el caso de que el Gobierno central no actúe, García no descarta emprender acciones legales.

La falta de una capa de rodadura que absorba el ruido y de pantallas acústicas hacen que éste sea casi insoportable en algunos lugares de Lugones, Viella y La Fresneda, cercanos a la "Y".

Aunque la mujer de Roberto Quinteiro, Isabel Laviana, y su suegra, Dolores Montes, ya se han acostumbrado al paso constante de vehículos junto a la casa de esta última en La Ería (Lugones), el hombre reconoce que cuando ven la televisión tienen que subir el volumen y "cuando hay mucha circulación no pegas ojo".

"Tienen que tomar medidas, llevamos mucho tiempo diciéndolo", apunta otro vecino, José Luis Fernández. "En verano no puedes dejar la ventana abierta para dormir, aunque haga calor, y hay mucha contaminación. Todos los días limpias una capa de suciedad en las ventanas", agrega. José Manuel Pérez asiente, "hay mucho ruido", y "el movimiento" es de seis de la mañana a once de la noche. "No te acostumbras", concluye.