"La única forma para tratar de que las fiestas de prao no desaparezcan es que todos nos unamos para hacer fuerza". Las comisiones y asociaciones de festejos del concejo lo tienen claro: los trámites burocráticos a los que se enfrentan, los pagos a la SGAE y el botellón están acabando con las celebraciones populares que, aseguran, "no podrán seguir haciéndose más años". Por ello, varias entidades plantean la opción de crear una federación de asociaciones de festejos con la que aunar esfuerzos con vista a posibles reclamaciones a la administración y también para negociar precios más ventajosos en la contratación de servicios.
"Lo de la SGAE me parece una persecución. Veo normal que se cobre por autores, pero no esta caza de brujas que están haciendo en la que lo único que quieren es dinero rápido", denuncia Diego Nicieza, presidente de la comisión de festejos de Pañeda, quien asegura estar "harto" de los trámites burocráticos a los que tienen que hacer frente las asociaciones de festejos. "Más que el dinero que perdemos en ellos, que también, lo peor es el tiempo. Nos ahoga tanto papeleo", abunda.
A ojos de Nicieza, otro de los factores que influye de forma determinante es el botellón. "Vivimos de la barra, y si a que, por la crisis, la gente ya no consume como lo hacía en los años noventa le sumamos que hay gente que trae su bebida de casa, no vendemos nada. Y eso es un desastre", afirma el de Pañeda, que celebrará sus festejos el último fin de semana de julio.
El panorama se ve igual desde Valdesoto, donde también señalan al botellón como uno de los principales males a los que deben de enfrentarse las comisiones de festejos. "Al final, si no tenemos ingresos lo que hacemos es contratar orquestas más pequeñas y desarrollar actividades menos ambiciosas. Hay que quitar de todos los sitios", explica Héctor Díaz, presidente de la asociación de festejos de San Félix, que tiene en el desfile de carrozas su actividad más emblemática.
Precisamente, la caravana de carrozas es una de las actividades que más papeleo conlleva a una entidad que sugiere más ayuda institucional para sacar adelante las fiestas. "No pedimos dinero al Ayuntamiento porque sabemos que no lo hay, pero sí solicitamos que, si necesitamos unas sillas o algún aspecto de logística, nos lo faciliten. Lo que no tiene sentido es, como ya nos ha pasado, que vayamos a por unas sillas al almacén municipal, las descarguen de un camión y nosotros tengamos que cargalas en otro, alquilado, y traerlas a la fiesta. Deberían colaborar más con nosotros en este sentido", afirma Díaz, que se opone al canon de la SGAE.
Precisamente, para tratar de conseguir estas reivindicaciones Valdesoto también apuesta por alguna plataforma conjunta entre las asociaciones de festejos del concejo. "Además, le podríamos sacar rendimiento a la hora de contratar carpas, seguros o cualquier otro servicio. Si hacemos una compra entre varias entidades, el precio siempre será menor", apunta Díaz.
Los de las fiestas del Carbayu de Lugones, mucho más veteranos, ven con buenos ojos la unión, si bien, consideran esta idea un tanto "utópica" debido a que "las directivas y las asociaciones de festejos cambian continuamente". "Puede ser una buena idea, y nos asociaríamos, pero luego cada una tiene sus problemas e intereses, y eso también pude dificultar las cosas, explica el secretario de la comisión de festejos del Carbayu, Juan Bautista Cima.
Pese a ello, los lugonenses coinciden en que, "a este paso, las fiestas de prao van a desaparecer". "La cantidad de papeleo a la que nos tenemos que enfrentar es bestial. Tenemos una montaña de papeles descomunal, y hay que pedir permiso y licencias a todos y por todos", describe el secretario, quien tilda esta burocracia de "ridícula". "Tanto ataque a los festejos nos parece, no ya excesivo, sino angustioso. Está claro que van a acabar con todas las fiestas de prao si siguen así", clama Bautista.
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