"La alimentación tiene mucho que ver con lo que nos pasa: se habla de peso, de bajar el colesterol o el azúcar, pero también es importante para otras cosas que la gente no sabe tanto, como el asma, las alergias y las enfermedades reumáticas". La concinera Sonia Oceransky protagonizó ayer en Nava una charla sobre la alimentacion energética, en la que defendió que se base "en alimentos lo menos procesados posibles, lo más cercanos a su estado natural".

Asimismo, propone que se consuma mucha verdura y legumbres, "pero estofadas con verduras, sin compango". Una de sus intenciones es enseñar cómo cocinar las verduras para que tengan los máximos nutrientes posibles". La experta cree que "en Asturias se come poca verdura, y la que se come, con mucha grasa". La mayoría de los asturianos comen la verdura con compango.

Además de verduras y legumbres -bien cocinadas, eso sí- recomienda cereal integral en grano y sin gluten, como quinoa o arroz, y algas, a quien pueda consumirlas, que no le sientan bien a todo el mundo."Y por supuesto, mucha fruta y muchos frutos secos".

Aparte de lo nutrcional, un aspecto de que hablan muchos expertos y que es, quizá, más conocido, Oceransky habla "de la energía de los alimentos y de las maneras de cocinar", que a su juicio son cruciales.

Y aquí influye mucho el tipo de persona, que cada organismo adecue la alimentación a sus características. "Por ejemplo, una persona que tiende a estar débil, que tiende a resfriarse, que tiene sensación de debilidad, de apatía y poca energía en general, no le conviene abusar de cosas crudas; no digo que el crudo sea malo, es bueno, pero, si lo come todo crudo, no va a tener la energía interior que necesita", aseguró. Y, al revés, "una persona que suda mucho, que tiene exceso de peso, emociones fuertes de enfado, a una persona muy de excesos, no le va a venir bien comer muchos fritos, muchos rebozados, mucha carne, porque lo que va a hacer es acentuar esos problemas que tiene", detalló.

Según la experta, el caso es saber lo que se come, cómo se come y qué le sienta bien a cada organismo. Y en cualquier caso, evitar lo más posible los alimentos procesados.