Aaron Fernández Álvarez, Aída y Andrea de San Antonio Rodríguez y Rául Blanco Villa son los últimos alumnos de la escuela de Trespando (Siero), que hasta este curso formó parte del Colegio Rural Agrupado (CRA) de Viella. Estos cuatro alumnos finalizan sexto de Primaria, el último curso que se imparte en el centro, y al comenzar Secundaria en septiembre en el instituto Río Nora de la Pola, las aulas se quedan vacías. En el pueblo no hay más niños. Así que tienen que cerrar la escuela, que reconvetirán en centro social para los vecinos.
"Da pena porque tenemos muchos recuerdos", lamenta Andrea de San Antonio. Su tutora, Tere Pérez, no pudó reprimir las lágrimas. Reconoció la "carga emotiva y mucha responsabilidad" que ha supuesto su labor en el aula durante estos años "en nuestra escuelina de Trespando, a la que tantos recuerdos nos unen". No duda de que su paso por aquí "ha sido una de las experiencias más gratificantes" de su vida. Como el resto de la comunidad educativa, cree que la fiesta de despedida de ayer fue un homenaje a la escuela rural.
El director del CRA de Viella, Manuel Cuevas, defendió la calidad de este tipo de educación. Entre sus virtudes enumeró: la enseñanza en grupos pequeños, cercanía a las familias, que los medios materiales son los mismos que en cualquier otro centro y que, en muchas escuelas, los cursos se mezclan en un mismo grupo permitiendo que los más pequeños aprendan de los mayores. Tampoco olvidó el "alto grado de éxito académico y profesional" de los alumnos.
Carmen Suárez, inspectora de zona, reconoció que, aunque "el pueblo se va a quedar un poco triste, hay que pensar en lo bueno que queda aquí dentro". Ángeles Vázquez, alcaldesa de Trespando, recuerda que hace 40 años había unos 70 alumnos y que la escuela se construyó en los años 60. En 1993 se creó el CRA con ocho escuelas; ahora sólo quedan tres: Viella, Aramil y Faes. El alcalde de Siero, Ángel García, vinculó este cierre con el despoblamiento rural.
