Ante la amenaza en la que se ha convertido el botellón en las fiestas populares, en las Sacramenteles de Lugo de Llanera, que se celebran este fin de semana, se han visto obligados a tomar medidas: vallar el recinto y controlar el acceso de bebidas. Las ventas del bar son la principal fuente de ingresos de estos festejos.

De hecho, a cambio de que una empresa contrate las orquestas, les ceden la explotación de la barra. Pero si las ventas caen en picado porque el público trae bebida de fuera, el negocio deja de ser rentable y la fiesta dejará de hacerse. Así que, ante esta tesitura, en su empeño por mantener y sacar adelante la Sacramental, la Asociación Cultural y de Festejos "Amigos de Lugo" de Llanera optó por cerrar el recinto y evitar que se haga botellón dentro.

El viernes, cuando actuó la orquesta "Jerusalén", "aunque hubo menos gente que el año anterior, la valoración es positiva", destaca Miguel González "Lago", presidente de este colectivo. Argumenta que fueron pocos los que se quedaron fuera bebiendo lo que habían comprado previamente. "Teníamos muchas dudas de cómo saldría, pero estoy satisfecho", apunta. Finalmente, el público ha sabido entender las razones de esta medida, aunque Miguel González "Lago" cree que será más representativo el balance de anoche, por ser el día grande de los festejos. La segunda verbena estuvo animada por la orquesta "Dominó".

El presidente de la organización explica que quienes se lo tomaron peor fueron los chavales: "los más jóvenes reaccionaban muy mal". No obstante, "Lago", trata de ponerse en su lugar y les entiende. Comprende que a esa edad la economía no es muy boyante, pues la mayoría son estudiantes, y cuando salen de fiesta tienen que ahorrar.

El problema está en que fiestas como estas Sacramentales de Lugo se financian básicamente con lo que sacan de la venta de bebidas en la barra del bar. Ceder su explotación, por falta de personas para organizar estos festejos, es precisamente lo que les permite lograr que una empresa les gestione la contratación de las orquestas. "Tenemos poca ayuda y la fiesta hay que pagarla. La Sacramental se hace gracias a la barra", insiste Miguel González "Lago". Pero comenta, aliviado, que "no hubo percances y la gente acudió", así que está "satisfecho", esperando poder repetir las mismas palabras al cierre de los festejos. Finalizan mañana, con la misa sacramental del Corpus, a las 12 horas, y procesión, en la que participan los niños que este año hicieron su Primera Comunión. A las 20 horas está programada una espicha, animada por el dúo "Aroma". Los organizadores piden colaboración para luchar contra un problema común en las fiestas populares de la región.