La sidra fue ayer protagonista en la comida en la calle de Pravia de las fiestas del Corpus Christi. La bebida regional y una buena sombrilla sirvieron a los más de 600 vecinos que participaron para sobrellevar las altas temperaturas del mediodía mientras disfrutaban de tortillas, filetes, paella y la buena compañía de amigos y familiares. "Lo llevamos con sidra y vermú, pero el año que viene traemos una sombrilla más fijo", comentó Carolina Riesgo.
Un calor que afectó, sobre todo, a los cocineros que dispusieron parrilladas y paellas para los comensales, como Ramón Menéndez, quien pasó la mañana entre los humos de la brasa. Y German Prendes "El Buzo", que no quitó ojo a la paella de bogavantes y andaricas. Otros optaron por llevar la comida de casa y ponerla en común. "Es la excusa para reunirnos los amigos, es una tradición", señaló Sofía López.
Una fiesta que es la antesala del verano para los jóvenes del concejo. Y ayer aprovecharon bien durante toda la tarde, aunque a algunos les costó arrancar por la mañana. Ese fue el caso de los recién graduados en segundo de Bachiller del IES de Pravia, que estaban "derrengados" después de una noche de fiesta por la graduación. "De momento, estamos secando, pero luego ya se verá", señaló Javier Puerta.
En cualquier caso, los pravianos ya tienen puesta la vista en el Xiringüelu, del que se irán conociendo novedades y el programa en las próximas semanas.
Pravia despide el Corpus con una comida popular y música en la calle pero, sobre todo, con la mente puesta en la jira en el prao de Salceo. Por fiestas, que no sea en Pravia.
