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José Luis Álvarez: "Antes de refundar el Atlético no había fútbol base en Lugones"

"Los padres tienen que involucrarse más en el club", sostiene el ya expresidente de la entidad, con más de doscientos niños en la cantera

José Luis Álvarez. A. F. V.

José Luis Álvarez fue uno de los hijos del "baby boom" español. Aunque nacido en San Claudio (Oviedo), se considera de Lugones, donde llegó a los cuatro días de ver la luz. Muy activo en sus años de juventud, pasó por el mundo del hockey, el atletismo y el fútbol, encontrándose en todos ellos con el mismo problema: "No había buenas instalaciones ni recursos". Por este motivo, Álvarez y un grupo de amigos decidieron refundar el Atlético Lugones en 2003, un club "para que los niños pudiesen jugar a fútbol en su localidad", algo "imposible" por aquel entonces. El pasado mayo, 14 años después de poner en marcha el club, Álvarez ha cedido el testigo de la presidencia "tras haber cumplido un sueño".

"Las instalaciones de Lugones siempre fueron muy precarias. Había veces que podíamos jugar los partidos aquí y otras en las que, por ejemplo, teníamos que jugar en otras localidades porque no teníamos dónde. Es algo que sufrí y por lo que no quería que siguiesen pasando más niños", recuerda José Luis Álvarez sobre los motivos que le llevaron, junto a un grupo de amigos capitaneados por Enrique Martínez -quien dejaría la presidencia en 2009-, a devolver el fútbol a Lugones.

La primera temporada del nuevo Atlético Lugones utilizó la base del Nora y salió a competir con un equipo de aficionados en Segunda Regional, un alevín y un juvenil. Hoy, 14 años después, Álvarez deja una cantera repleta de equipos, con más de 200 chavales practicando fútbol, y al equipo amateur en Tercera División. "Mejor de lo que jamás habríamos imaginado", confiesa el ya expresidente. El crecimiento del Atlético Lugones no tiene parangón y es, sin lugar a dudas, uno de los más meteóricos de la historia del balompié astur. Para cosechar estos éxitos, Álvarez asegura que no hay más secreto que "mucho trabajo y respeto".

Precisamente, la deferencia hacia los demás es una de las palabras en las que más se detiene el ya expresidente. "Este club tiene una estructura muy clara que está basada en el respeto, y los niños y sus familias, todo aquel que quiera pertenecer a esta familia, tiene que adaptarse a ello. El que no lo haga sabe que siempre tiene la puerta abierta", advierte.

Y es que este lugonense que mamó el deporte desde bien pequeño -"aunque sin destacar nunca en ninguna disciplina"- destaca que la actividad deportiva es "el complemento idóneo a la educación de los chavales": "Eso sí, vaya por delante que "quien educa son las familias, no los clubes", puntualiza.

Lo matiza porque, "desafortunadamente", en sus años de trayectoria, Álvarez ha tenido que ser testigo de algún desagradable suceso; eso sí, "aislado". "Hay familias que parece que fían toda su suerte y su futuro a un niño de 7 años. Eso no puede ser. Como tampoco puede ser que los padres, por pagar una cuota, crean que tienen derecho a todo. No es así", lamenta, a la par que afirma, con alivio, no haber tenido que presenciar nunca cualquier tipo de situación violenta entre familias, como las sucedidas recientemente en Baleares, en Canarias y en La Rioja.

Porque, aunque en muchas ocasiones son parte del problema, Álvarez insiste en que el fútbol base no debe prescindir de los padres. "Hay que intentar que se integren en el club y tratar de que miren hacia dentro. Que piensen en qué pueden hacer por su hijo". Eso sí, no duda en reprocharles ciertas actitudes en el campo, sobre todo contra los trencillas. "Ves comportamientos y situaciones incomprensibles, sobre todo teniendo en cuenta que el árbitro es también un niño que tiene la misma edad que sus hijos", clama.

Con todo, cuando hace balance de estos años, al expresidente no le queda otro remedio que sonreír. "No habría imaginado que el club llegaría hasta aquí ni en mis mejores sueños. Tocamos techo", repite.

Eso sí, jura y perjura no echar de menos sus anteriores funciones: "Ahora me toca centrarme en mi trabajo y apoyar, desde fuera, al club y a la nueva directiva, que seguro que lo hará genial", concluye.

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