Los responsables del Castiello de Selorio, en Villaviciosa, han solicitado la licencia para ampliar su actividad y legalizar el porche del jardín que se construyó sin licencia. El expediente municipal salió ayer a información pública y podrá ser consultado durante los próximos veinte días.

Veintiséis parejas se quedaron este verano sin un emplazamiento donde celebrar su enlace: el recinto no tenía licencia para organizar bodas y, además, tenía esa edificación auxiliar sin legalizar.

Fue el Ayuntamiento, ya con el socialista Alejandro Vega en la Alcaldía, el que procedió a la clausura del negocio, en noviembre, y los propietarios pidieron al juzgado la suspensión cautelar de la resolución municipal, algo que el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Gijón no concedió. El problema surgió porque los propietarios de las instalaciones firmaron un contrato con una empresa organizadora de eventos, pretendiendo así que los enlaces pudieran celebrarse, y continuaron haciendo promoción de sus instalaciones.

Buena parte de los contrayentes vive fuera de la región, incluso en el extranjero, y se enteraron por un proveedor y por la prensa asturiana, como explicaron algunos de los afectados, molestos porque la empresa de "wedding planners" (planificadores de bodas) conocía la situación y no se la advirtieron. Hay parejas que ya se han casado a principios de junio y que tuvieron que cambiar de iglesia y reorganizarlo todo. No podían trasladar el enlace a otra fecha porque tenían invitados que se trasladaban desde el extranjero y habían adquirido los billetes con antelación. Todos los consultados se mostraron molestos con la "falta de información" por parte de la empresa y se han tenido que enfrentar a organizar su boda poco menos que dos veces. Las gestiones con el párroco o las administraciones que vayan a oficiar la boda, la reubicación de los invitados y los músicos sólo algunos de los inconvenientes que han tenido que afrontar.