La recogida de arándano en Pravia está paralizada desde el pasado martes y todo a cuenta de las altas temperaturas que azotan a Asturias y que podrían, también, dañar parte de la cosecha. Por eso, los dieciocho productores de la cooperativa Principado Berries, con sede en Pravia, se afanan estos días en los trabajos de selección, empaquetado y etiquetado de lo recogido hasta el momento con un ojo puesto en el parte meteorológico: "Estos golpes de calor tan fuertes en junio estropean bastante la fruta, ya nos pasó el año pasado y tememos que pueda mermar la producción, estamos al límite", afirma Fernando García, presidente del colectivo.
La recogida, que comenzó la semana pasada y se prolongará hasta octubre, se paralizó por las altas temperaturas ya que no es recomendable coger los arándanos con mucho calor "y tampoco es bueno para los trabajadores", sostiene García. Y es que el calor hace que los frutos no crezcan en buenas condiciones e incluso pudre algunos brotes. Por eso los productores vigilan con atención los cultivos que, hasta el momento, mostraron buen tamaño y calibre. "La fruta viene buenísima pero estos cambios de temperatura le vienen fatal".
Además, el temor es que lleguen importantes trombas de agua que afecten aún más los cultivos porque, según precisa García, cualquier cambio drástico estropea la fruta. Así es que los productores esperan que el cielo les otorgue lluvias débiles u orbayo en los próximos días y un descenso considerable de las temperaturas.
Un cambio en el tiempo que daría un respiro a las cosechas que, como indica el productor, están al límite. "De momento no tenemos ninguna valoración sobre los daños porque estamos en riesgo pero todavía no llegó el problema", comenta. Las dos fincas pravianas en producción están paradas pero, por suerte, no se han llevado la peor parte de la ola de calor, que ha afectado considerablemente en los concejos de la zona centro como Siero o Nava. La cercanía con el mar podría dar frescor a las plantaciones pravianas.
Cuarenta hectáreas de arándano en total en la región que se centralizan en la nave de envasado y distribución que tienen en Pravia, donde han dedicado los esfuerzos en los dos últimos días, "los más graves". Los productores esperan poder regresar pronto a las fincas para retomar la recogida del fruto. Si bien, para no arriesgar, lo harán en las primeras horas del día, al amanecer, y en las últimas de la tarde, coincidiendo con la caída del sol. Todo para preservar la buena calidad de los pequeños frutos de Asturias.
