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JENARO SOTO | Presidente de la Sociedad de Festejos de la Pola

"Festejos no es una ONG: queremos recaudar para las fiestas"

"Nada tienen que ver las garrafas llenas de alcohol para colocarse rápido con las meriendas de familias y amigos en el Carmín"

Jenaro Soto MANUEL NOVAL MORO

El presidente de la Sociedad de Festejos de la Pola, Jenaro Soto, ha ultimado el programa de El Carmín, que se celebra entre el 13 y el 19 de julio. Las medidas "antibotellón" (denuncias a los padres de menores que generen percances o cobrar 3 euros por caja de sidra que se lleve en autobús a la romería) han generado cierto debate, entre otras cuestiones.

- Hubo críticas al cartel.

-Sí. Festejos lleva muchos años haciendo concursos entre los adolescentes para inculcarles costumbre y tradición de la fiesta. Ver la cara de felicidad y lo orgullosos que se sienten cuando saben que su cartel será el que anuncia las fiestas de su pueblo es algo que desde aquí no pretendemos tocar.

- Le afean los tres euros por caja de sidra en el prau.

-El canon es sólo a los autobuses. No nos parece lógico que particulares saquen beneficio económico de una fiesta que pagamos otros. El año pasado lo hicimos y casi el 75% de los autobuses ya compraron la sidra en el prau.

- También está en guerra con el "botellón".

-En toda Asturias. Nada tiene que ver el concepto de garrafas llenas de bebida para colocarse rápido con las meriendas de familias y amigos que vienen a festejar El Carmín. Al final, la explotación de barras y el ferial suponen un tercio del presupuesto de la fiesta. Que no me vengan con historias de que es beneficiar a un privado. Es mantener la fiesta.

- Sus críticos siempre hablan del afán recaudatorio.

-Pues sí. Si se creen que Festejos es una ONG, y no lo es, que se enteren de lo que es una entidad privada que organiza las fiestas y las paga. Uno de nuestros ejes fundamentales es recaudar para invertir en las fiestas.

- Aun así, hay gente dice que se queda con ello.

-Sí. Todo el mundo se preocupa por que cobremos tres euros por una caja de sidra y nadie por ver el aumento de actividades y el presupuesto. Yo miro para arriba y no veo que caiga nada del cielo. Y los cobardes del Facebook siempre son los mismos, que tienen animadversión contra mi persona. Pero me da igual. Curiosamente, un 90% de los que ladran no aportan nada en la fiesta.

- Su advertencia de denunciar a los padres de menores tampoco ha sido bien recibida.

-Yo creo que es bueno avisar a los padres. La advertencia de denunciar es un escudo protector para evitar que se dé la vuelta a la tortilla, porque una vez hecho el mal, vemos a diario cómo la gente, con la disculpa de que lo hacen para que no vuelva a pasarles a otros, siempre se apresuran a reclamar daños y perjuicios. Y no se nos plantea, salvo en la ludoteca, ser guardianes y custodios de los hijos de los demás.

- Usted siempre se pone muy restrictivo.

-Pero funciona. Se cerró La Sobatiella hasta las tres de la tarde para evitar problemas y los afectados no protestan y se comportan excepcionalmente esperando a la apertura. Cuando dan opiniones de que es cuestión de conciencia y de educar, lamentamos mucho en Festejos no tener un gran equipo de psicólogos. Las medidas a priori parecen drásticas y duras, pero estamos forjando una labor siendo conscientes de que es desagradable, para que quienes nos releven tengan las cosas mucho más fáciles que cuando entramos nosotros. Venir a esta casa para recibir halagos y quedar bien con todo el mundo, como otros hicieron en ocasiones, puede suponer la desaparición de la misma.

- Hay un pero en esa impopularidad parcial que tiene: 778 son pocos socios.

-Sí. Es cierto. Si alguien cree que tiene capacidad y disponibilidad para hacer lo que hacemos, tienen el sillón a su disposición. Ahora, si la impopularidad es de mangantes y colectivos que sólo viven para la crítica, conmigo que no cuenten para valorar sus opiniones, porque tengo algo muy claro: la gran mayoría de los socios está con nosotros. Decir que no son socios porque está Jenaro es un cuento y una disculpa miserable, porque antes de estar Jenaro tampoco lo eran. Me gustan las críticas cuando son una verdadera oposición, y aportan soluciones.

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