Cuando uno pasa habitualmente por Santa Marina, lugar de unión de los ríos Ricao y L.lindes, se sorprende al ver, muchos días, a varios vecinos trabajando en su limpieza y acondicionamiento. Han recuperado el entorno de la Mina Mariquita y las fuentes cercanas. Los dos puentes de la localidad también lucen limpios y con macetas con flores.

Muchas horas de trabajo, incluso invirtiendo su propio dinero para comprar flores, cuerdas, pintura y los materiales necesarios para mejorar el aspecto de este antiguo e importante núcleo minero.

Santa Marina es un pueblo situado en la confluencia de dos ríos y es la unión también de dos valles del concejo. Históricamente un cruce de caminos con mucho tránsito y el centro minero más importante del concejo. Miles de toneladas de carbón salieron de aquí en el tren minero, era su punto de partida. La actual Senda del Oso sale de aquí.

Rosi Martínez, ovetense pero residente en Quirós desde hace 18 años, es la principal "culpable" de este lavado de cara de la localidad. Lleva viviendo en Santa Marina varios años y comenzó limpiando los alrededores de su vivienda. Tiestos llenos de flores, maceteros de madera pintados y mucha limpieza son la señal de que Rosi está cerca. Su trabajo fue contagiando a sus vecinos más cercanos, Rosa Álvarez y Amadino García. Las dos mujeres son una imagen constante de labores. Armadas de escobas, fesorias o azadas, limpian por todos lados. Amadino, antiguo minero de 79 años, les presta su apoyo en sus trabajos. La cuadrilla la completa Miguel Bellón, que coge la motosierra o la desbrozadora para colaborar con los trabajos de desbroce y limpieza.

Fuera árboles y maleza

Su último proyecto, aún sin terminar, es la recuperación del entorno del pozo plano de la Mina Mariquita. La maleza y los árboles tapaban completamente los restos de esta antigua instalación minera, de infausto recuerdo. El 3 de noviembre de 1973 el grisú se llevó la vida de seis mineros, el accidente más grave de los 130 años de extracciones en Quirós.

Rosi explica que la gente preguntaba por la mina. Ello, unido a su relación con una sobrina de uno de los mineros fallecidos, fue el motivo que le llevó a comenzar la limpieza. Quería recuperar la memoria de esos mineros. Los demás vecinos se unieron a la incansable Rosi y entre todos realizaron un trabajo titánico. Limpiaron una de las dos bocas del pozo. Colocaron dos antiguos carteles mineros y el antiguo polvorín luce recién pintado. Un maniquí con todo el equipamiento semeja un antiguo trabajador. Todo ello complementado con la portada de LA NUEVA ESPAÑA del 4 de noviembre, el día después de aquel terrible accidente, ilustra a los curiosos de los principales datos de aquel día funesto. Todos colaboran según sus posibilidades como Julita Feito, mujer de Bellón, que trajo flores desde Cantabria.

Ahora necesitan la colaboración del Ayuntamiento quirosano para tener una fuente, al lado del pozo minero, que sirva para la gente que transita por la Senda del Oso, que pasa a pocos metros, y para los usuarios del área recreativa, que mantiene limpia Miguel Bellón. La limpieza de la boca superior del pozo minero, la colocación de mesas y bancos y de un pequeño mirador mejorarán este lugar.

Este trabajo colectivo, desinteresado, es la envidia de otros pueblos de Quirós. Los vecinos de Santa Marina se muestran orgullosos de su trabajo y esperan un poco de ayuda para dejar impecable todo el entorno de su pueblo. Santa Marina quiere recuperar su antiguo esplendor pero luciendo mas colorida.