Por el mal estado en el que se encuentra su interior y por su propia localización, un tanto a las afueras del núcleo urbano de Posada, los vecinos de la capital del concejo no están "del todo seguros" de que rehabilitar las antiguas casas de los maestros para destinarlas a viviendas sociales, como pretende el gobierno tripartito, sea una buena idea.
"Por dentro las viviendas están totalmente desmanteladas, y si prácticamente va a haber que tirarlas para volver a hacerlas, quizás lo lógico sería buscar otro emplazamiento", sugiere Juan José Ablanedo, alcalde de barrio de Posada, quien, por otro lado, prefiere mantenerse al margen de cualquier polémica.
Y es que, según el relato de algunos residentes, el estado de las antiguas viviendas de los maestros de Posada es muy precario: cocinas desmanteladas, marquetería desvalijada, escombros, cristales rotos... Una interminable lista de "contras" que hace que los vecinos prefieran el derribo de este foco de insalubridad.
Precisamente, esta visión fue defendida el viernes por el PP. El grupo municipal popular entiende que, una vez cumplida su misión, las casas de los maestros, que llevan unas dos décadas en desuso, deberían ser derribadas. En cuanto a la función de vivienda social, el PP entiende que el Ayuntamiento debería buscar otro emplazamiento diferente al actual, en el que los bloques están rodeados por viviendas unifamiliares y por el colegio y la escuela infantil de Posada.
La intención del tripartito es derribar uno de los bloques de viviendas -el más pequeño- para facilitar el trabajo de la maquinaria pesada y, posteriormente, otorgar al solar un uso de aparcamiento. El inmueble que quedaría en pie sería rehabilitado integralmente, y en el mismo se daría forma a nueve viviendas, una de ellas totalmente accesible a personas con movilidad reducida. El edificio también estaría dotado de ascensor. Las viviendas serían arrendadas bajo contratos de alquiler social.
Llevar a cabo estas reformas supondrían un coste aproximado de 564.000 euros. La intención del ejecutivo local es presentar el proyecto a un plan de ayudas nacional que podría otorgar una subvención máxima de 360.000 euros. De no contar con esta financiación, la viabilidad del proyecto quedaría en entredicho, ya que la suma sería difícilmente asumible para el Ayuntamiento.
Aún con este proyecto en ciernes, la intención del PSOE local es trabajar para dotar a Llanera de más viviendas de protección oficial. Precisamente, ésta era una de sus banderas en el programa electoral que presentaron a los comicios de 2015, y el portavoz socialista, Alfredo Rodríguez, confirma que la posible rehabilitación de las antiguas casas de los maestros "no viene a suplir estos planes, sino que es un proyecto complementario".
"No es de recibo que después de veinte años de gobierno municipal del PP, en ninguno de ellos, a pesar de saber de la demanda que hay en el concejo para volver a tener viviendas con algún tipo de protección, no hiciera lo más mínimo para afrontar esa necesida, preocupado como estaba únicamente preocupado por otros intereses", denuncia el grupo municipal socialista, que enfatiza que "la última promoción de viviendas sociales las llevó a cabo el alcalde socialista Justo Suárez" -predecesor de Rafael Areces (PSOE)-, en referencia a la construcción del barrio de La Quintana, en Posada.
En una entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA en junio de 2016, el alcalde, Gerardo Sanz, aseguró que el Ayuntamiento contaba con el compromiso del Principado de que, si el Consistorio aportaba suelo edificable a la administración autonómica, ésta iniciaría los proyectos de construcción.
En aquel momento Sanz aseguró que el tripartito estaba trabajando para encontrar los terrenos adecuados; una tarea que el PSOE asegura no haber llevado a buen puerto, pero que espera conseguir antes de que finalice el actual mandato.
