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La solidaridad sí tiene precio en Candás

"Sólo queremos recaudar algo de dinero con el que ayudar a los demás", dicen las participantes en el mercadillo de Cáritas

Juana Mari Riestra, Tita Artime, Nedi Prendes y Amparo Montes, ante algunos de los artículos en venta. A. F. V.

Mandiles, mantas, paños, servilleteros, ropa de bebé... Pueden parecer los productos que se encuentran en un mercadillo cualquiera; y, de hecho, lo son. Pero con dos grandes diferencias: que el producto tiene una calidad superior -todo está hecho a mano- y que la recaudación tiene fines solidarios. "Es el trabajo de todo un año. No sabría decir las horas de trabajo que hay detrás de esto, pero eso no es lo que importa: Aquí estamos para sacar un dinero con el que ayudar a los demás", explica Juana Mari Riestra, directora de Cáritas de Candás.

Como todos los años, los voluntarios y colaboradores de Cáritas montan un mercado en la Casa de Cultura de la capital carreñense. Todo el trabajo artesanal realizado durante el año por los voluntarios se expone y se ofrece a la venta. "No tenemos la intención de ganar dinero. Tenemos precios muy populares y nuestra única pretensión es recuperar el dinero empleado en materiales y, con lo que sobre, financiar el trabajo benéfico que realizamos", relata Riestra.

El mercado estará abierto hasta el domingo, de 19.00 a 21.00 horas. El último día el horario se ampliará, estando disponible de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00. Los que decidan pasar por la Casa de Cultura se encontrarán, sobre todo, precios populares. "Hay prendedores hechos con bolillos que cuestan cinco euros o servilleteros por diez", enfatiza Riestra, que anima a todos los vecinos a sumarse a esta solidaria causa.

Además de poder sumar su granito de arena en la ayuda a Cáritas, todo aquel que se deje caer por el mercadillo tendrá la oportunidad de disfrutar de la exposición de manualidades realizadas por los mayores. "No se vende ningún artículo, sólo está para que el público aprecie el trabajo que hacen los mayores. Hay auténticas maravillas", asegura la presidenta de Cáritas, al tiempo que muestra algunas de las meticulosas manualidades que los ancianos participantes en los programas de Cáritas. "Es la mejor forma de que estén activos y que no vayan perdiendo habilidades", añade, no sin antes insistir: "De verdad, que venga la gente, porque merece la pena".

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