Han realizado el viaje que su abuela, Balbina Martínez, hizo huyendo de la Guerra Civil española, pero a la inversa. Hija de Balbino Martínez y Matilde Castelao, con 17 años dejó su San Martín de Oscos natal rumbo a la Argentina. Tardó un mes en atravesar el océano Atlántico en barco y ahora, más de setenta años después, sus descendientes argentinos han recalado en Villaviciosa en busca de los suyos.
"Gracias a las redes sociales comenzamos a hablarnos con la mayoría de los familiares que se encuentran en España, además de con los que ya nos hablábamos por teléfono. Ahora, gracias a Dios, pudimos conocer a nuestra familia", explica Oreggioni, el mayor de tres hermanos, quien ha viajado a Asturias junto a su padre y su madre. "Estamos todos muy emocionados y agradecidos de poder conocer a la familia y el lugar donde nació mi abuela", relata contento por la experiencia que está viviendo.
Ramiro Oreggioni y su familia perdieron a su abuela en el año 2010, pero el joven creció escuchando sus historias. "Poder vivirlas hoy es algo único y que nos llena el corazón de felicidad", destacó el joven, quien, además, sabe que Balbina viajó con dos de sus doce hermanos a Argentina, en diferentes momentos. "Todos se marcharon durante la guerra", apostilla, antes de añadir que en España quedan siete de los hermanos de su abuela, de los que han conocido a cuatro.
Después de la travesía marítima, Balbina Martínez vivió en la ciudad argentina de Santa Fe, donde conoció a su marido, quien todavía vive, y también el lugar en el que residen la familia Oreggioni y una de las hermanas de Balbina. En estos días han visitado Oviedo, Avilés y Candás, además de Villaviciosa, y esta semana pondrán rumbo al Occidente para a continuación conocer Barcelona y, finalmente, viajar hasta Madrid para regresar a Argentina con la maleta cargada de buenos recuerdos.
Sobre la gastronomía, el joven explica que han probado comidas "muy ricas. Muchos jamones y quesos, jabalí y otras exquisiteces que no acostumbramos a comer en Argentina", explica. Han probado, cómo no, la tradicional fabada y también la sidra. "Tomamos mucha, es más rica que la que hay en Argentina, más sabrosa", describe el joven.
Las palabras de Oreggioni en las redes sociales dan buena cuenta de lo que él y su familia están sintiendo estos días. "Felicidad pura de poder conocer la familia y revivir historias que alguna vez escuché contadas por mi abuela. Acá estamos, en tus pagos. Te siento más que nunca".
