La aparición del grafiti no ha sido el único inconveniente que ha tenido que afrontar la parroquia de Viella. Y es que a finales del pasado mes de junio, coincidiendo con una tormenta, la iglesia local sufrió una importante avería en su instalación eléctrica que, entre otras molestias, inutilizó el sistema del campanario. "Afortunadamente un vecino se ha ofrecido desinteresadamente a realizar él mismo la reparación. Ya se encuentra en ello y, por suerte, podemos asegurar que para las fiestas locales todo estará de nuevo en orden", asegura el párroco local, Joaquín Serrano.