El candasín Alberto Suárez inició el pasado miércoles su reto personal "Uniendo mares contra el cáncer". Partió desde la playa de La Malagueta en Málaga y prevé llegar a Candás a pie aún sin fecha concreta, todo para superar la muerte de su madre, fallecida hace dos años y medio por esa enfermedad. Hasta el momento, Suárez ha hecho dos etapas del Camino de Santiago Mozárabe. La primera fue desde Málaga hasta Almogía. "Tengo el ritmo y no puedo parar, mi cuerpo está respondiendo muy bien, con fuerza", destaca el caminante, que también aprovecha la ocasión para recaudar fondos para la investigación, en colaboración con la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). La primera etapa tuvo un recorrido de 22,5 kilómetros y la segunda, que realizó ayer entre Almogía y Villanueva de la Concepción, de 18.

"Salgo tan pronto como puedo; ayer me levanté a las cinco de la mañana, desayuné hacia las seis y partí con el primer rayo de sol", señala el candasín que, hasta la fecha, dado que está caminando por el trazado del Camino Mozárabe, está descansando en albergues de peregrinos. "Estoy yo solo, debo ser el único loco que hace esta ruta en verano con el calor que hace. Bueno, hace días estuvo aquí -en Villanueva de la Concepción (Málaga)-, una polaca", bromea. La próxima etapa, la de mañana, será hasta el casco urbano de Antequera.

El calor reinante en Andalucía durante estos días no ha hecho mella en el camino de Suárez. "Hay que hacer todo lo posible por no caminar a las doce del mediodía, es insoportable. Ayer -por el miércoles-, a las siete de la tarde, cuando ya estaba descansando en el albergue, decidí salir a la calle y el calor me dio un bofetón", destaca el joven de 38 años que, hasta el momento, ha caminado por terrenos "suaves". "Cuando haga una etapa más larga y continúe este calor, que continuará, no dudaré en comenzar a caminar por la noche", concluyó el caminante candasín que partió de Málaga el pasado día 12.