Las de El Cruce son, sin lugar a dudas, unas de las fiestas más destacadas del verano en Llanera. Tras unos de años de decaimiento, el festejo de la capital del concejo lleva años recuperando músculo festivo y espera, con tesón y trabajo, reverdecer para convertirse en el referente que fue allá por los años 90 del pasado siglo. A comienzos de año, la falta de apoyos y la presión fiscal y administrativa pusieron en peligro la consecución de las fiestas. Finalmente, la comisión de festejos de Posada, con Alejandro López al frente, ha podido hacer frente a la adversidad y presentar un programa cargado de actividades, que se desarrollará del 27 al 31 de julio, en el que "Azúcar Moreno" y "Los Berrones" serán cabeza de cartel.
- Hubo dudas de que las fiestas pudiesen salir adelante, pero al final se consiguió.
-Sí, la verdad que este año fue una situación complicada. Fue el primer año en el que todos los miembros de la asociación de festejos estamos trabajando, y resultó muy complicado recabar anunciantes para el libro de las fiestas, hacer todo el papeleo... Al final, con mucho trabajo y ganas, conseguimos sacarlo adelante.
- En invierno advirtieron de que si la asociación de festejos no llegaba a los 500 socios no habría fiestas de El Cruce. ¿Alcanzaron el medio millar de afiliados?
-Aún faltan días para que lleguen las fiestas y seguimos en plena captación. No podemos hacer un balance de la campaña, pero tendremos que conformarnos con aumentar el número de inscritos en relación al año pasado. Si conseguimos 50 socios nuevos, bienvenidos son.
- Su principal aval es un programa de fiestas cargado de actividades entre las que destacan los conciertos de "Los Berrones" y "Azúcar Moreno".
-Creemos que ha gustado a la mayoría. Por supuesto que hay gente a la que no le gustan las actuaciones ni las actividades, y te lo hace saber, pero creo que a la mayoría le ha gustado. Los hosteleros de El Cruce, que son los principales beneficiados por el festejo, nos han dicho que están contentos... Lo que queremos es que la fiesta salga adelante y ya estamos mirando al cielo y esperando que no llueva. Si respeta el tiempo va a ser una fiesta potente.
- ¿Por qué se decantaron por estos grupos?
-A "Los Berrones" los trajimos en 2013, año en el que la fiesta se retomó casi partiendo desde cero. La gente decía que no iba a ir nadie, que cómo iban a contratar a esos... Y al final el prau estuvo lleno. Por eso este año se presentó la opción y decidimos repetir experiencia. En el caso de "Azúcar Moreno", se nos puso a tiro y nos lanzamos, porque tenemos constancia de que a otros sitios que las llevaron llenaron. En el tema de las orquestas optamos por criterios de gustos personales. Son formaciones que ya estuvieron aquí otros años y que funcionaron muy bien y a la gente les gustó. Además, por supuesto, que están dentro de nuestros parámetros económicos.
- Hablando de temas económicos, ¿ya tienen preparada la partida para la SGAE?
-Con la SGAE estamos negociando. Hace tiempo que pagamos las facturas correspondientes a 2015 y 2016, ejercicios que presidió la actual directiva, pero ahora nos reclaman los importes de 2012, 2013 y 2014. Estamos en negociaciones con ellos, y confiamos en alcanzar un acuerdo. Sabemos que con otras entidades lo ha habido, y confiamos en que con nosotros no sea diferente y se trate de una cifra asumible para nosotros.
- Si no están al corriente de pagos no pueden disfrutar del convenio que ofrece un descuento del 25 por ciento a las entidades sin ánimo de lucro del concejo.
-De momento es una situación que está en "stand by", pero que confiamos arreglar. Nosotros siempre hemos pagado a la SGAE dos días después de la finalización de los festejos. Esperamos que esa predisposición que hemos mostrado siempre también ayude.
- ¿Se les va mucho dinero en gestiones administrativas?
-No quiero entrar en detalles ni dar cifras concretas, pero entre SGAE, seguros, etcétera, nos gastamos miles de euros. No son 300 euros, como mucha gente piensa.
- Muchos compañeros suyos han denunciado que, además de la asfixia burocrática, el botellón está matando a las fiestas de prau. En las fiestas sacramentales de Lugo lo prohibieron, ¿van a continuar con su ejemplo?
-No. A día de hoy no tenemos ni el tiempo ni los recursos económicos para hacerlo, además de que moralmente no estamos muy a favor de hacerlo. Además, en este tema creo que hay que diferenciar dos casos: Está el botellón que hacen unos críos y que llevan una botella de ron o una caja de sidra para beber allí, y luego el grupo de amigos que aparece con un carrito de la compra y siete cajas de sidra, botellas de alcohol... Este es el que se carga la fiesta, porque repercute económicamente en la barra, que es una de las principales fuentes de ingresos de muchas asociaciones de festejos.
- ¿Es su caso?
-No, nosotros vendemos la barra (intercambio de la explotación del bar por una cantidad económica fijada previamente), pero aún así queremos que la barra funcione. Es como decir que, por ese mismo motivo, nos da igual que no se llene el prau; pues no. Ver la fiesta llena de gente es lo que te gratifica de todo el trabajo hecho durante el año.
- Para conseguirlo también cuentan con actividades lúdicas y gastronómicas.
-Tenemos la gran paellada, que cumple su tercera edición, y que comenzó como una iniciativa de convivencia entre vecinos, que gustó mucho y que, cada vez, tiene más éxito. Además, también tenemos una noche de monólogos o iniciativas deportivas.
