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Velas sin barreras en Candás

"Disfrutan de la mar con seguridad", afirma el club Cuatro Vientos, que organiza talleres con veleros para discapacitados físicos y psíquicos

Sebastián Hidalgo e Ivana Ron, antes de subirse a una zódiac. I. G.

Las personas con discapacidades psíquicas y físicas navegan en Candás. El club Cuatro Vientos desarrolla una serie de actividades de vela adaptada mediante las que ofrece la oportunidad de disfrutar de la náutica bien en velero o en zódiac. La iniciativa se ha denominado "Mar sin barreras" y ha trabajado hasta la fecha con diversos colectivos. Ayer le tocó el turno a Aspaym (Asociación de Parapléjicos y Grandes Minusválidos del Principado de Asturias).

"Hay personas que tienen sus movimientos limitados, de ahí que contemos con unos veleros especiales para que puedan disfrutar de la mar", explica Daniel Fernández, presidente del club Cuatro Vientos al tiempo que ayuda a Sergio Maté a subirse a la grúa que le permitirá acceder al velero. Esas embarcaciones disponen de una quilla "especial" que les impide volcar.

"La seguridad es lo más importante", añade Fernández. Y eso se percibe a simple vista. Todos los participantes en "Mar sin barreras" usan chaleco salvavidas y son tratados con mimo no sçolo por los miembros de Cuatro Vientos, sino también por los voluntarios colaboradores de Aspaym, que se desplazaron ayer al puerto candasín como Elena Martínez, Lorena González y Luis Alfonso Román. Ese último acompaña a José Antonio González, que ya había montado en un barco previamente. Para otros era su primera vez, como ocurre con Sergio Maté, que compartió velero con Laura Fernández. En otra embarcación están Gonzalo García y Delia de la Fuente.

Ivana Ron tiene una lesión medular y actualmente tiene afectado un pie, lo que le impide caminar con normalidad. La joven se apoya en un bastón para desplazarse. Va acompañada por Sebastián Hidalgo. Ambos están ilusionados antes de montar en el velero. "Nos parece una idea interesante", afirman momentos antes de subirse. Pasan dos horas en el agua y momentos antes reciben una clase teórica para que todos vayan poco a poco quitando el miedo y así romper sin prisas una barrera más.

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