Las fiestas de Nuestra Señora del Carmen y Carmín de la Pola dijeron adiós en la noche del martes con la tradicional danza prima, un baile que recorrió la localidad desde el tramo de la calle Florencio Rodríguez que linda con el parque Alfonso X el Sabio hasta la plaza de Les Campes.

Fue, en esta ocasión, una danza muy concurrida, y además hubo varias innovaciones. La primera de ellas, que no llevaba la voz cantante una sola persona, sino un grupo. Varios miembros del coro Ángel Émbil, de la Sociedad Siero Musical, distribuidos entre las dos líneas de danzantes, fueron recitando los versos de "Ay un galán de esta villa" a lo largo de todo el recorrido.

La otra novedad fue el fin de fiesta. La danza llegó hasta el monumento al Carmín de la plaza de Les Campes, una vez allí lo rodeó para concluir el romance y, finalmente, la fiesta concluyó con un castillo de fuegos artificiales que hizo las delicias del público.

Una vez acabado, sonó un espontáneo "¡Viva el Carmín!" que fue aclamado por toda la concurrencia. La fiesta acabó, significativamente, con el estallido de varios voladores. Había quien tenía dudas de que se llegasen a celebrar los fuegos artificiales después de la prohibición de lanzar voladores de que fue objeto la Sociedad de Festejos el domingo del Carmen. En este caso, sin embargo, no hubo tal limitación puesto que la entidad tenía los permisos correspondientes.

Los fuegos fueron muy bien recibidos por el público. El martes de la danza prima suele ser un día mucho más tranquilo y reposado que el resto de los del programa del Carmín, pero aun así muy valorado en la Pola por lo que tiene de tradicional. Es, de todos, el que más conserva su esencia.