Grado ya está oficialmente en fiestas. Santiago y Santa Ana fueron ayer pregonados por el diseñador de moda Marcos Luengo, quien realizó un repaso de sus recuerdos festivos desde la niñez hasta la actualidad: "Ya en la madurez son las fiestas tranquilas, las de la familia, las de las reuniones con los amigos, las fiestas con menos excesos, pero con las mismas ganas e intensidad". Un anuncio festivo que no da tregua: el centro de la villa se convertirá hoy en comedor gigante, con la presencia de más de 1.300 personas en la comida en la calle.

Luengo leyó el pregón en el balcón del Ayuntamiento y sus palabras fueron seguidas por los vecinos desde la plaza. El diseñador de moda, que ya ha pisado con fuerza la Semana de la moda de Madrid, recordó sus primeros festejos, cuando era un niño y su padre lo mandaba a buscar las varas de los voladores "para ponerles un corcho de sidra en el extremo y luego me incitaba, divertido, a que persiguiese a las mozas con aquel invento".

Sus años de adolescencia también contienen emocionantes recuerdos de Santiago y Santa Ana, a principios de la década de los ochenta del pasado siglo XX. "Fueron los mejores años de las fiestas de Grado, de aquella tenía 15 a 20 años, y a esa edad cualquier fiesta es la mejor". Una década en la que comenzaron las carrozas, en las que siempre arrimó un hombro su tío Marcos Luengo, a quien mentó. Fueron años muy intensos, en los que comenzaron a tirar agua en el desfile en vez del vino del bollo: "El hecho de acabar empapados ha estado presente como una especie de rito purificador". Una noche de doblete que terminaba tras el desfile del agua en el parque de Arriba, disfrutando las empanadas de su tía Pili, "tan grandes y buenas como ella misma".

Una fiesta que comenzó a vivir de otra forma cuando se casó y tuvo a sus hijas Teresa y Carmen. Momento en el que recibió el aplauso del público tras emocionarse. "Son dos santaneras de pro que me obligaban a levantarme para llevarlas a la fiesta del agua, que vivían a tumba abierta, exigiéndome una atención de la que yo era incapaz después de los mojitos del Rincón Cubano del día anterior".

El pregón fue emotivo para Luengo, quien, tras años de mucho trabajo y dedicación, se ha hecho un hueco entre las grandes firmas de moda del país. Desde Grado al mundo. Un anuncio festivo al que no le faltaron actos alrededor, como el "Folk in Grau", que llenó de ritmos y sones asturianos la tardenoche moscona. A las diez de la noche comenzó el tradicional Baile de la Hermandad . Hoy 1.300 moscones se darán cita en la comida en la calle.