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La rueda del Camino pasa por el concejo

La iniciativa "Revuélcate 2017" voltea una rueda de tractor hacia Santiago en favor de la lucha contra el cáncer y la fibrosis quística

José Manuel Álvarez, en el coche de avituallamiento. S. ARIAS

Ochocientos mil volteos que pretenden convertirse en euros para la lucha contra el cáncer y la fibrosis quística. Ése es el objetivo de "Revuélcate 2017", la campaña promovida por Fran Linares y Enrique Cordero para recorrer el Camino de Santiago desde Irún (Euskadi) a Compostela dando vueltas a una rueda de tractor de cien kilos. El pasado martes pasaron por la villa moscona, a primera hora de la mañana, con la moral alta y muchas ganas de llegar, mañana, a la capital gallega.

"Nos animan mucho, algunas personas se quedan alucinadas cuando nos ven", comentó Juan Carlos Pisabarras mientras volteaba la gran rueda a la altura del parque de Arriba. Razón no le faltaba: los peregrinos que emprendían ruta desde el albergue urbano no daban crédito a lo que veían, y fotografiaron el paso de la comitiva durante buena parte del trayecto por la villa moscona.

La iniciativa, promovida por los propietarios de un gimnasio de Sotrondio (San Martín del Rey Aurelio), ha conseguido captar la atención de muchos aficionados al deporte, que se han organizado por grupos para llevar la rueda. Así, cada seis horas cambian los caminantes, que rondan las seis o siete personas por turno. Las cuadrillas realizan una media de 2,5 kilómetros a la hora, "o uno y medio si hay pediente", matizó Natalia Alonso. Además, cuentan con el apoyo de un vehículo con avituallamiento que conduce José Manuel Álvarez, donde también llevan diversos materiales, como pulseras y camisetas, para vender y así recaudar más fondos para ambas causas.

La rueda tiene unas dimensiones considerables, aunque va perdiendo peso con los volteos, lo que aligera la carga de los voluntarios, casi todos aficionados al deporte de gimnasio como el crossfit. "Cada uno da las vueltas que puede", señala Pisabarros.

Pese a los kilómetros acumulados desde Irún, atravesaron la villa moscona con buen ánimo y mejor ritmo: "Queremos llegar el domingo (por mañana) al mediodía y esperamos que en el tramo final nos acompañen también los voluntarios que empezaron". Y así llevan sin descanso desde la frontera con Francia.

Son cuatro turnos de seis horas con la rueda a cuestas. Todo para llegar a Santiago y obtener una visibilidad que les permita recaudar fondos para la investigación del cáncer y la fibrosis quística.

Hoy encaran su última etapa del Camino, la que les hará coronar O Monte de Gozo, desde el cual divisarán la catedral de la ciudad compostelana, su destino. Ochocientas mil vueltas de rueda después habrán llegado. Y esperan conseguir muchos fondos.

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