Mediado el verano, llega al mercado de la Pola uno de los productos más frescos y dulces de la temporada: la ciruela. Y de todas ellas, sin duda la más preciada es la ciruela claudia.
María Encarnación Vallina, que la vendía ayer en el mercado de excedentes bajo los aleros de la plaza cubierta, aseguraba que "la ciruela claudia es la que mejor sabe, la más dulce y sabrosa, pero también es muy delicada".
Este año, según afirmó, se han dado muy bien porque el clima se ha portado. "Los ciruelos suelen sufrir mucho con las heladas, que les queman la flor, y este año apenas hubo heladas, y vino una primavera muy buena", dijo. Sus árboles, que tiene en su finca de Ferrera, en la parroquia sierense de La Carrera, venían este año cargados de estas ciruelas que tienen muchas virtudes: "Son abrideras, fáciles de comer, con una pepita como la de la cereza, y tienen un gran sabor; y la mermelada de ciruela claudia es, sin duda, la mejor", sostuvo.
La contrapartida es el trabajo que acarrean: las ciruelas son bastante difíciles de coger en el árbol. Hay que subirse a una escalera para llegar a las ramas en las que están los frutos, y existe el riesgo de caerse. También lleva su trabajo escogerlas. Pero, finalmente, todo merece la pena. Ayer, María Encarnación Vallina llevó seis cajas de entre siete y 12 kilos de ciruelas y terminó la jornada sin una sola. La claudia siempre reina.
