“Dolida”. Así se siente Paz Fernández Felgueroso, exalcaldesa de Gijón y presidenta de la comisión de ética de la_FSA, al sentir que, “de una manera lamentable” la investigación interna del aumento de patrimonio del alcalde del PSOE acabó utilizándose por el propio regidor y por la agrupación socialista sierense para las batallas internas de cara a las primarias. “La comisión de ética está formada por personas que tenemos una reconocida trayectoria y es muy triste vernos metidos en algo así”, reconoció ayer a LA NUEVA ESPAÑA la propia Felgueroso. La desazón es enorme entre los integrantes de la comisión de ética, que han sufrido el ataque de la agrupación sierense al acusarles de supuestas filtraciones interesadas, además de padecer una campaña en las redes sociales.

Otro de los integrantes, José Luis Fernández Botamino, llegó incluso a plantearse dimitir, aunque finalmente no lo hizo, reconocieron fuentes socialistas. Eso sí, la documentación que el Alcalde de Siero se apresuró ayer en llevar a la dirección del partido en Madrid (controlada por los “sanchistas”) jamás la remitió a la comisión de Ética del PSOE asturiano en los seis meses que lleva abierta la investigación, admitió Felgueroso.

Paz Fernández Felgueroso relató ayer que recibió a su correo electrónico a principios de marzo la primera denuncia sobre el aumento patrimonial del Alcalde. Tras conocerla, inició un procedimiento interno que únicamente consistió en preguntar al alcalde sierense, Ángel_García “Cepi”. El regidor de Siero se comprometió a trasladar una documentación que nunca hizo llegar a la comisión autonómica, pero que ayer mismo aseguró haber remitido a la comisión federal, en Madrid.

Felgueroso niega tajantemente que pueda atribuirse a la comisión de ética asturiana (un órgano autónomo de la dirección regional y formado por militantes de reconocido prestigio y trayectoria) responsabilidad alguna en las presuntas filtraciones de la investigación. “Recibimos un correo de quien denunció en el que aseguraba que si no informábamos de nuestra investigación publicaría que no hacíamos nada, pero ante algo así no respondemos, porque nos debemos a la organización”, matizó Felgueroso. “Como estaban las cosas y para que nadie sospechase de nuestra independencia lo mejor era enviarlo a Madrid”, reconocieron fuentes de la comisión.