El párroco de Candás, José Manuel García, es un hombre querido en la villa marinera. Más de trescientas personas así lo expresaron ayer en la antigua fábrica de Ortiz para conmemorar sus veinticinco años al frente de la parroquia de San Félix. "Estoy abrumado y como se suele decir, me llena de orgullo y satisfacción este recibimiento por mis veinticinco años de párroco, en los que hubo más mieles que hieles", destacó el cura candasín.
Entró poco antes de las 21 horas en la antigua fábrica conservera, con puntualidad británica. Saludó a diestro y siniestro y los vecinos le recibieron con un caluroso aplauso. García esbozaba una sonrisa a cada paso, un abrazo allá, un beso acá.
Todo antes de comenzar el acto que introdujeron las presentadoras Llara Tornín, Clara Isabel García, Mónica González y María Codina. Tras dar unas pinceladas sobre el acto de homenaje, los feligreses y vecinos vieron un vídeo de unos veinte minutos en los que se aprecia la labor que ha hecho la parroquia candasina en los últimos años.
Más tarde, intervinieron dos sacerdotes candasinos, Joaquín Serrano y Pedro Fernández, que se ordenaron siendo José Manuel García el cura candasín. Como colofón al acto, Josefa Suárez y María Victoria Alijostes entregaron una bandeja de plata al protagonista de la jornada a la que también asistieron no pocos religiosos como el avilesino José Manuel Feito y Rafael Lavandera, entre otros. Para cerrar el homenaje, todos los asistentes celebraron una espicha para así rematar el homenaje a un párroco muy querido por sus feligreses. "Me siento jovial", expresó también José Manuel García, feliz en su baño de masas.
