Agosto en Candás no sólo es playa y helados artesanos. No sólo es fiesta, buena gastronomía y talento musical. Es también el reencuentro con el teatro popular y costumbrista que acoge el Prendes durante doce días seguidos. El público que repite, el abonado y el que se anima casi a diario también se reencuentra en el patio de butacas y asiste a cada propuesta que ofrecen las doce compañías sobre el escenario que preside la ejemplar figura de Aurora Sánchez.
No es teatro profesional, reprochan algunos, pero sí es teatro incondicional con gran entrega de autores, directores e intérpretes que dedican gran parte de su tiempo a la puesta en escena de obras clásicas y también innovadoras. Por las tablas del Prendes pisan nombres propios de la escena asturiana que se han ganado el respeto por su trabajo y talento. El Salón de Teatro Costumbrista Asturiano de Candás, que patrocina LA NUEVA ESPAÑA, celebra este año su XXVII edición y abrió la noche del miércoles con un estreno de la compañía "Rosario Trabanco", de Gijón: la obra "Hasta que tu madre nos separe", de José Ramón Oliva.
El grupo es un referente del teatro costumbrista asturiano y un clásico en Candás con propuestas que siempre convencen. Esta vez, además de ofrecer un estreno y abrir el Salón, tenía otro añadido, que era la vuelta a la escena de Elisa Álvarez después de unos meses esperándola. Es una de las piezas clave de la compañía y, una vez más, destacó en su papel protagonista. La obra de Oliva presenta, en un solo acto, el convite de una boda con los personajes de las dos familias.
Dos puntos de vista opuestos los que ofrece el autor. Por un lado, los padres de la novia, que organizan y pagan la comida en el chigre del pueblo. En el otro extremo, los del novio, con dinero, con empresas, de Oviedo y queriendo imponer su criterio a los demás. El enfrentamiento está servido. Con una puesta en escena original, los novios y familia entraron en escena por el pasillo del patio de butacas y los personajes mantuvieron cómicos diálogos con los supuestos invitados sentados frente a ellos. También fue original que la trama fuera surgiendo a lo largo del menú, que todos realmente comieron a base de sopa de pita de caleya y arroz. Sólo se echó en falta que apareciera en escena la tarta nupcial para el momento culminante de la obra.
Los personajes estuvieron muy bien trazados por un elenco de actores que hicieron coger ritmo a una obra que fue "in crescendo". Lisardo Suárez, al igual que Elisa Álvarez, consigue mantener la atención del espectador desde el momento en que interviene. Toya Cuello, una revelación en sus primeras actuaciones con "Rosario Trabanco", construye su papel con seguridad y contundencia y José María Sierra, en su papel de abuelo, ofrece una interpretación cómica y brillante. También fue sobresaliente la actuación de Mario Alberto Álvarez con un personaje que en la última parte de la obra sorprende por su cambio de carácter y Miguel Camblor que interpreta al camarero con varios cambios de registro. Sara Suárez, la actriz en el papel de novia, suma puntos en cada actuación y esta vez consigue un trabajo muy notable. También está a la altura Jorge Menéndez Sal, como novio.
El XXVII Salón de Teatro Costumbrista Asturiana continúa esta noche, a las once, con estreno. Se trata de "Les fiestes de guardar", de Sergio Buelga y puesta en escena por la prestigiosa Compañía Asturiana de Comedias.
