Buscan campeonatos por todas las fiestas de prao, recorren la geografía asturiana cubilete en mano y aguantan frío, lluvia y viento si hay un tablero de por medio. Un centenar de personas se reunieron el jueves en la carpa de las fiestas de Lugo de Llanera para participar en la Maratón de Parchís organizada por la asociación de festejos. Otras tantas -"o puede que más"- hicieron lo propio unos días antes en El Carbayu (Lugones, Siero). Y es que con la llegada del verano, como si de cazarrecompensas se tratase, aunque la inmensa mayoría asegura no dar importancia al premio, las mejores jugadoras de parchís se ponen en ruta para "disfrutar y pasarlo bien" en los diferentes campeonatos del Principado.

"Aquí, ante todo, estamos para pasarlo bien. Disfrutamos un montón". Sara, Luisa y María Jesús, quienes prefieren no dar sus apellidos "para no hacernos más famosas", pasan la noche entre bromas. Las tres son de Lugones, y las tres, amigas inseparables, viajan de fiesta en fiesta por la zona centro de Asturias para jugar el parchís. Aseguran haber ganado "algún que otro campeonato", si bien juran que lo suyo no es afán competitivo: "Sólo diversión".

"Salimos de casa, nos juntamos unas cuantas, pasamos el rato, traemos café y bizcocho de casa... ¿Qué más queremos?", se pregunta Sara, quien resta importancia a los 400 euros que se embolsará la pareja ganadora. "Si toca, mejor; pero como aquí al final lo que manda es el dado, no nos preocupamos por eso", asevera.

En el torneo de Lugo, y los asistentes aseguran que es una constante, llama poderosamente la atención que un porcentaje altísimo de los jugadores son mujeres. "Los paisanos tiran más pa' l tute", afirman. Aun así, siempre hay excepciones, aunque sea "de forma esporádica".

"Venimos a jugar muy de vez en cuando, por pasar el rato y por ir a algunas fiestas", explican los avilesinos José Felipe González y José Rodríguez, "dos paisanos en minoría", aún "novatos" en esto del parchís. "Llevamos sólo seis meses jugando y, como casi todo el mundo, es por pasarlo bien, no contamos con ganar", afirma a coro.

Frente a ellos tiene a una de las participantes más jóvenes. Sharon Goyanes, de sólo 19 años, y que también afirma ser jugadora "ocasional". "Vengo por pasar un poco el rato y nada más", afirma la benjamina, que achaca las posibilidades de éxito "a la suerte del dado".

Pero si entre el público "entrado en años" lo que prima es el género femenino, en las nuevas generaciones, "que algunos vienen pisando fuerte", ya comienza a haber más igualdad de género.

"Llevamos un año jugando y, cuando podemos, nos acercamos a alguno de los campeonatos que hay por la zona". Sergio Peña y Miguel Baltar son dos jóvenes vecinos de Lugones que, aunque destacan por su juventud, se integran perfectamente en la mesa.

Frente a sí tienen a "dos huesos duros de roer". Regina Sánchez y María del Mar. La primera lleva "más de 70 años" dándole al parchís y es vecina de San Pedro (Siero). La segunda, de El Berrón, lleva menos tiempo con el cubilete, pero también está curtida en estas lides. "Aquí siempre hay muy buen ambiente. Nos lo pasamos todos muy bien", afirma García, quien también asegura que, "de vez en cuando, y dependiendo del campeonato, hay alguna que otra 'engarradiella'".

Aun con todo, los participantes coinciden en que en el mundo del parchís hay "muy buen rollo" y "deportividad". "Aquí no tiene sentido ni enfadarse ni hacer trampas. Si tú eres pícaro el contrario lo va a ser más", advierte el joven Baltar. "En las fiestas de El Carbayu decían que había un jugador que en su dado tenía dos cincos. En cuanto le pillaron lo descalificaron. Esos casos son aislados", agrega su compañero Peña.