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Siero exportará su "educador casero" en comunidades de vecinos a otros concejos

La figura, pionera en Asturias para resolver conflictos de convivencia, trabaja en 66 viviendas sociales del municipio y se extenderá a otros en 2018

Siero exporta su modelo de mediación en las comunidades de vecinos: una especie de "educador casero" para enseñar a la gente a convivir. Es bien conocido que en las comunidades no siempre reina la paz, así que hay que buscar fórmulas para conseguirla. Suelen ser frecuentes las discusiones por temas tan cotidianos como los ruidos o el mantenimiento de los espacios comunes. En Siero la han puesto freno con el que denominan educador de calle. En el concejo el Principado tiene en marcha un proyecto piloto de intervención comunitaria a través de la Dirección General de Vivienda en colaboración con la empresa pública Vipasa. Se está aplicando desde junio en 66 viviendas sociales del concejo.

Este educador atiende cuestiones de convivencia en las comunidades de vecinos, como ruidos o el mantenimiento de los elementos comunes. Como indica la consejera Bienestar Social y Vivienda asturiana, Pilar Varela, la casa "no sólo es de puertas para dentro".

Así que con la intención de que haya armonía entre los vecinos, la Dirección General de Vivienda del Principado ha contratado los servicios de una fundación para poner el marcha la figura del educador de calle en estas 66 viviendas sociales. Aunque aún lleva poco tiempo, a la vista de los buenos resultados iniciales, la intención es trasladar este modelo a comunidades de vecinos de otros concejos.

Aquí en Siero, el educador de calle estará seis meses trabajando con los vecinos de estas viviendas sociales para intervenir en la resolución de aquellos conflictos que surjan. El director general de Vivienda, Fermín Bravo, explica que eligieron Siero para poner en marcha este proyecto piloto "porque es un número adecuado de viviendas y con gran variedad cultural".

"No sólo queremos incidir en los conflictos, también que vayan cogiendo mayor autonomía en la gestión de una comunidad de inquilinos, como la gestión de sus cuentas, de sus gastos comunes", agregó Bravo. Es un asunto que no está del todo asimilado por todos los vecinos, así que es necesario seguir trabajando para que mejoren en su autonomía en este tipo de gestiones.

Pero el "educador casero" no sólo ayudará a los inquilinos a resolver sus conflictos y a gestionar la comunidad, también se incidirá en una última cuestión. Esta tercera parte del proyecto abordará la pobreza energética desde el consumo. Es decir, incidirá en pequeñas cuestiones del día a día para lograr un ahorro o hacer frente mejor a la escasez de recursos a la hora de pagar la factura del suministro de energía.

Para el director general de Vivienda "está siendo muy, muy positivo" este proyecto. Por lo que no es de extrañar que la intención del Principado sea que el año que viene se amplíe este programa a diez o doce comunidades del resto de Asturias.

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