Un nuevo retraso en las obras de renovación del césped del Pepe Quimarán obligará a la Unión Deportiva Llanera buscarse un "domicilio" en el que disputar sus encuentros como local este fin de semana. En total serán dos -juvenil y senior de Tercera División- los encuentros que los arlequinados deberán disputar en un "exilio" que, presumiblemente, y a falta de confirmación oficial, los llevará a La Fresneda (Siero). En el seno del club la noticia ha sido asumida con resignación, ya que se trata de un perjuicio del que ya habían advertido antes del verano y que supondrá un gasto añadido para sus arcas.

"Para nosotros es una faena. No sólo porque tenemos que buscar otro campo y pagar el alquiler, con el gasto que eso conlleva, sino porque vamos a tener que acostumbrarnos a un terreno de juego nuevo, desplazaremos a menos gente y no podremos cobrar entrada ni hacer la rifa, que es una fuente de ingresos importante para nosotros", lamenta el presidente del Llanera, Serafín Villanueva.

La retirada del antiguo sintético comenzó el pasado 31 de julio. Las previsiones del Ayuntamiento eran que los trabajos se prolongaran 21 días, un plazo que habría expirado ayer y que se debe prorrogar hasta una fecha aún por determinar. "Confiamos en que esta misma semana comiencen a instalar la nueva superficie y pueda estar disponible lo antes posible", expresa el concejal de Deportes, Alfredo Rodríguez, quien, no obstante, no se atreve a fijar un día concreto para la reapertura del estadio municipal.

Las informaciones que maneja el Llanera les hacen pensar que las obras no estarían listas antes del 8 de septiembre. De ser así, el siguiente fin de semana, el primero de septiembre, deberán enfrentarse otra vez a la búsqueda de un "alojamiento" para el equipo femenino, que compite en la segunda categoría del fútbol femenino español. A esto hay que sumarle que el resto de equipos de las categorías inferiores de la entidad comenzará a entrenarse en próximas fechas y, de momento, no tienen dónde.

Como parche, el Principado ha cedido al Llanera las instalaciones de La Morgal, si bien el propio Villanueva reconoce que estos campos "no pueden soportar tantos equipos" como los que conforman la estructura de los llanerenses que, de momento, buscan casa de alquiler.