El entorno de la fiesta de San Pedrín de la Cueva de Sariego aparecía ayer con numerosos restos de "botellón", y las protestas por esta falta de civismo no se hicieron esperar. Porque no solo hubo botellas, latas y bolsas arrojadas en las cunetas de las carreteras (en la imagen), sino también destrozos en el mobiliario urbano e incluso alguien hizo una hoguera en medio de la carretera con los restos. Ni los bajos precios en la barra ni la prohibición de entrar con bebida en el prau lograron evitarlo, informa M. N. M.