El deporte y la fiesta volvieron a darse la mano en la jira de Incós, en Cabranes, todo un acontecimiento para los amantes de la carrera y de la fiesta de prau. Como manda la tradición, primero tocaba el esfuerzo. La subida al picu Incós, una prueba con mucha solera en el verano asturiano (se celebra desde el año 1986), contó con 173 corredores de ambos sexos y de categorías desde infantiles hasta veteranos. Una cifra muy superior a la del año pasado, en la que corrieron 131 atletas.

Los ganadores absolutos fueron Isabel Maujo Llames y Diego Cuadrado Pigueiras. Ambos recibieron una flamante copa, doscientos euros, un ramo de flores y un lote de productos. Pero no fueron, ni mucho menos, los únicos en irse con algo de la carrera. Porque la asociación cultural y deportiva "El Berizu", organizadora de la competición y de la fiesta, repartió cerca de cien trofeos para todas las categorías.

Como explicaba su presidente, Manuel Ángel Bárcena, esta proliferación de premios se debe al trabajo de María Naredo y Ricardo Suárez, que cada año trabajan incansablemente para recibir donaciones.

Una vez acabada la carrera y entregados los premios, comenzó la merienda en la carpa del prau. Algunos de los corredores se fueron y otros se quedaron a celebrar la fiesta al completo. Vale Fernández, de Gijón, explicaba que tiene una casa cerca del prau donde se celebra la fiesta, y su familia no pierde la ocasión de asistir. "Nos gusta mantener la tradición". Este año, además, uno de sus parientes, el pequeño Rubén Pascual, se llevó un premio en la carrera, "y con lo bien que pintó seguro que repetiremos".

También Toni Llano, Ángel Lorenzo y Benjamin Suárez, vecinos de Infiesto, son asiduos de la fiesta, a la que acuden "sin faltar" todos los años con Jesús Rivero, de Coya. ¿Qué tiene la fiesta? Que es familiar y grande al mismo tiempo, con verbenón de "Waykas Family" y "Versión Original", y fuegos artificiales para rematar.