"Pensábamos que la gente no vendría por la mañana; no nos esperábamos tanta respuesta". Víctor Feito y Regina Miguélez, dos de los miembros de la comision de festejos de Santa Isabel de Lugones, confesaban ayer su sorpresa por la temprana afluencia de socios a por el bollo. La comisión estrenaba un nuevo horario, aprovechando que el día del bollo era festivo por primera vez en Santa Isabel. Si otros años el reparto comenzaba a las cinco de la tarde, ayer las puertas se abrían a las doce del mediodía.

Y la sorpresa fue grande. "Habíamos dicho al panadero que fuera trayendo poco a poco los bollos, para que estuvieran suficientemente frescos para quienes los recogieran por la tarde, y al final nos quedamos sin bollos por la mañana", explicó el presidente de la comisión, Óscar García Rilo. Efectivamente, antes de las dos de la tarde, la gente que acudió a por el bollo tuvo que esperar a que llegara una nueva remesa porque dos tandas de cuatrocientos bollos cada una que habían traído por la mañana volaron en un abrir y cerrar de ojos.

En torno a las tres de la tarde ya se había entregado aproximadamente la mitad de los 2.500 que la comisión reparte entre socios y simpatizantes.

El "madrugón" del bollo no es capricho sino una propuesta que la comisión hace a los lugonenses. . "Queremos ir asentando poco a poco la idea de una fiesta más enfocada al día, que la gente aproveche todo el día ahora que es festivo", señaló Rilo.

Pero no se trataba solo de adelantar el bollo sino también las actividades. A lo largo de la mañana, las calles estuvieron muy animadas. Hubo desfile de gigantes y cabezudos -estos últimos estuvieron un buen rato persiguiendo a niños (unos más asustadizos que otros) por las calles-, charangas, y música para dar vida a la mañana y el mediodía en la localidad.

Su intención es que la idea vaya calando con el paso de los años -en estos casos nunca es cuestión de una sola jornada- para dar más contenido y más vida diurna a la fiesta. García Rilo consideró, asimismo, que el lunes festivo se notó también en la noche del domingo. "En el momento en el que se suspendió el concierto de 'Ráfaga' por el aguacero había en el prau cerca de 2.500 personas", aseguró.