Las primeras nueces y avellanas de la temporada, que han empezado a recogerse estos días, ya han llegado al mercado de los martes de Pola de Siero. Ayer había unos cuantos puestos en los que vendían unos de los frutos secos estrellas del otoño asturiano. Uno de ellos es el de María Victoria Llano. "La nuez viene muy bien porque hubo bastante agua", explica en cuanto "al tamaño" del fruto y que está "sana". Agrega que una buena nuez es aquella que "abre bien y se saca fácil el grano", pues "si la cascas y no sale bien, no vale". Ella vende el kilo a cinco euros y las del año pasado, a cuatro.
La campaña de avellana también es "abundante, se ve bastante fruto en los árboles", indica. Aconseja que para conocer si es un avellana de calidad hay que fijarse en que "al abrir, esté sana, con grano grande". En el puesto de María Victoria Llano cotizan a cuatro euros el kilo.
Reconoce que está "vendiendo más nueces porque están verdes" y para que no haya duda, expone el muergu o cáscara que envuelve el fruto. Es "la gente mayor, más bien" la que más demanda nueces y avellanas. La mayoría las compran para comer en crudo, por sus múltiples propiedades. Pero también hay quien se anima a darles otros usos culinarios para aderezar ensaladas o el yogur. Por ejemplo, tanto a la nuez como a la avellana se les atribuyen beneficios para salud como que ayudan a controlar el colesterol, enfermedades vasculares o cardíacas, además de aportar ácidos grasos Omega-3, que como es sabido tienen múltiples virtudes para el organismo.
