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La oposición reclama un acuerdo político para recuperar el casco antiguo de la Pola

PP, IU, Somos, PINSI y Ciudadanos, aunque conscientes de sus limitaciones para solucionar el problema, piden un plan de rehabilitación

Un rincón de la calle de Los Peligros lleno de pintadas y suciedad. M. M.

La oposición pide consenso entre todos los grupos para desarrollar un plan de recuperación y protección del casco antiguo de Pola de Siero, que lleva años sufriendo una degradación progresiva. Eso sí, todos son conscientes de que es un problema complejo de solucionar porque, al tratarse de propiedades privadas, el Ayuntamiento está limitado a la hora de actuar más allá de la solicitud de ayudas para la rehabilitación de los edificios y de exigir a los dueños el mantenimiento de los inmuebles. De hecho, el Consistorio ha abierto varios expedientes disciplinarios en materia de urbanismo y ha actuado de forma subsidiaria en otros casos. Pero no es suficiente.

El portavoz del PINSI, Juan Camino, pone sobre la mesa aún más escollos, que dan idea de la complejidad del problema. "Aunque las subvenciones son bastante curiosas, a veces cuesta que los dueños las soliciten", destaca el edil. Argumenta que "hay gente a la que no le compensa rehabilitar el edificio porque se le permiten pocas modificaciones", ya que es obligatorio respetar aspectos como la estética de las fachadas y la altura de la construcción. Eso sí, tampoco duda de que el casco histórico de Pola de Siero "está penoso".

"Entendemos que es un problema complejo, pero hay que actuar", sostiene el portavoz de IU, Edgar Cosío. Cree que las ayudas a la rehabilitación "se quedan cortas", por lo que aboga por "intentar dar un paso más". Es consciente de que la situación económica actual municipal hace "inasumible" plantear que sea el Consistorio el que, subsidiariamente, corra con la rehabilitación de los inmuebles, aunque cree que sí podría haber sido en otro contexto. Pero sostiene que hay situaciones, como las muchas parcelas abandonadas, en las que "hay que insistir a los propietarios para que las mantengan limpias". Es decir, "hay que sentarse todos para ver qué podemos hacer", porque no duda de que el casco antiguo de la Pola "tiene mucha historia", tanta como la concerniente a la propia formación de la villa.

En esa valoración coincide la portavoz del PP, Beatriz Polledo: "hay que sentarse y ver qué se puede hacer, ver qué recursos utilizar, que los hay". Lamenta que el gobierno de Siero no haya tomado medidas primero: "La actuación tenía que haber sido antes". Esgrime que "la administración tiene vías para solicitar a la propiedad que actúe y poner en marcha ejecuciones subsidiarias". Acusa al ejecutivo municipal del PSOE de "dejadez total", al no impidir que proliferen la basura, la suciedad y las pintadas sin ninguna calidad artística, que degradan aún más la zona. Pone como ejemplo el sillón de la calle Los Peligros, que estuvo aquí más de un mes. "Es nuestra identidad y patrimonio. Tenemos que ponerlo en valor", reivindica Polledo. Insiste en que "o se ponen medidas o esto va a ir a peor".

El portavoz de Somos, Javier Pintado, también aboga por "llegar a un acuerdo entre todos los grupos para desarrollar un trabajo conjunto y alcanzar un consenso". Le pide al gobierno local del PSOE que sea un "proyecto de municipio y no partidista".

Pintado es crítico con la degradación del casco antiguo de Pola de Siero. A su juicio, es "un ejemplo del tratamiento que se da a lo histórico en Siero". La muestra es Lugones, donde "desapareció lo que había", sostiene.

El portavoz de Somos echa en falta que no se haya conservado el patrimonio que recuerda el pasado industrial de la localidad. Según Pintado, es un reflejo de que "no apostamos por lo nuestro, cuando es un valor turístico importante", y por eso pide que "no se borre la historia".

El portavoz de Ciudadanos, Sergio García, también coincide en que tienen que "reunirse todos los partidos para diseñar medidas". No duda de que "la Pola necesita crear un plan de rehabilitación de la zona antigua". Sergio García defiende que la protección de este espacio serviría para atraer turistas y para potenciar el Camino de Santiago.

Ahora, a los polesos les da hasta pudor mostrarlo a los foráneos porque es una sucesión de edificios viejos, abandonados, vacíos, fachadas ultrajadas con pintadas, suciedad y solares devorados por la maleza y la porquería, que sirven de cobijo para las ratas, según denuncian los vecinos. Así que no es de extrañar que el casco histórico de Pola de Siero "no esté ni señalizado", indica García. Está claro que, a pesar de la historia, la tradición y el atractivo que podría tener esta zona si estuviera cuidada, ahora no es motivo de orgullo para los polesos.

Para el edil de Ciudadanos, más allá del estado de conservación de los edificios, las pintadas sobre las fachadas con siglos de antigüedad "son más sangrantes". Agrega que "ensucian bastante y deslucen mucho". No se libra ni el inmueble del siglo XVIII del que fuera el Mesón Nuevo, en el que se alojó Gaspar Melchor de Jovellanos para descansar durante su última ruta a Covadonga desde Gijón.

Sergio García no olvida que la Pola es "la única localidad de Siero con un casco histórico con tanta antigüedad", pues el de Lugones es mucho más reciente. Es razón más que suficiente para tratar de convervarlo y que pase a ser un orgullo para los polesos.

El objetivo de vecinos, ciudadanos y miembros de la corporación es común: recuperar este espacio central de Pola de Siero, que fue eje comercial y de tránsito en la localidad. Lo que es más complicado es encontrar las fórmulas para conseguir su rehabilitación. Esta zona se fue degradando con la despoblación porque las viviendas deshabitaron y empezaron a deteriorarse.

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