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Una ovetense que puso sus pinceles al servicio de su propia moda

María Rodríguez desarrolla su firma ilustrando ropa y complementos

Detalles de algunas de las creaciones de María Rodríguez. IRMA COLLÍN

Vivir de lo que a uno le gusta no siempre es fácil. En la mayoría de las ocasiones hace falta una pizca de atrevimiento, saber tejer las oportunidades y lanzarse a la piscina, aunque a veces esté vacía.

La ovetense María Rodríguez es una de esas personas que, en tiempos de crisis, arriesgó. Estudió derecho pero vio que no era algo que le llenara. Durante muchos años trabajó en distintas tiendas de ropa de la ciudad, y desde niña su principal hobby fue pintar con distintas técnicas como la acuarela, el pastel o el carboncillo.

Hace unos meses, esta treintañera tenía que firmar el contrato de renovación en la tienda de moda donde trabajaba. Hija de un autónomo, se planteó que quería tener algo suyo. "Pensé en cómo podía dedicarme a algo que implicara la ropa y pintar". Y así surgió la idea de crear una pequeña empresa, en la que solo trabaja ella, que se dedicara a una novedad en la capital asturiana: pintar camisetas a mano basándose en su propia vida.

"En enero me senté en mi escritorio con una cazadora vaquera y pinté en la espalda a Frida Khalo", cuenta mientras trabaja en una nueva camiseta. "La enseñé a mi familia y amigos cercanos y les gustó". Como toda aventura que se emprende, lo hizo con miedo, pero los ánimos de su familia y amigos terminaron por convencerla. "María, si no te arriesgas te vas a arrepentir siempre".

Sus primeras ventas empezaron desde casa, a los amigos que la ayudaban, poco a poco, a darse a conocer. "Me ayudó mucho el boca a boca, supongo que como a todos". En marzo empezó a buscar un local. "Necesitaba un local grande para poder almacenar todas las pinturas, pinceles y ropa que iba pintando", dice señalando una estantería repleta de botes de pintura. "El olor a pintura en casa terminaba siendo demasiado fuerte". El estudio lo utiliza como taller y como tienda. "Tengo un probador, que está pintado por mí misma con una ilustración de un flamenco. Aquí la gente viene a probarse ropa, a proponerme ilustraciones o simplemente a echar un vistazo".

"Ahora mismo mi principal fuente de clientes son las redes sociales, pero pronto espero abrir una página web". Además de los modelos fijos, que se pueden adquirir en algunas tiendas de ropa en Oviedo, María tiene la opción de personalizarlos. "Mucha gente viene con una idea clara, y me dicen 'María quiero esto en el bolsillo de la camiseta' y yo lo hago sin ningún problema. Las opciones son tantas que no me gusta cerrarme a nada", apunta.

Lo que más vende son ilustraciones, camisetas y capazos de mimbre. Respecto a las musas que la inspiran, por lo general son cosas personales de ella o de gente cercana, "y casi todas tienen en la ilustración un tatuaje propio".

A mucha gente le echa para atrás el hecho de que sean pintadas. "No hay ningún inconveniente, el único cuidado que hay que tener con ellas es lavarlas en agua fría. Llevan mucha impregnación para que no se borre ni se estropeé nada", explica.

Entre sus próximos proyectos está continuar distribuyendo el producto por tiendas de la capital. Y en relación con las creaciones de cara al invierno, quiere probar a hacer cazadoras de polipiel, mochilas y sudaderas. "Y por supuesto seguir ampliando las ilustraciones, porque antes de plasmarla en la camiseta o en el bolso, las hago aparte".

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