"A los tos pies queda esti ramu / Dios quiera que reverdezca de añu en añu". Este ruego, que los 132 bailarines de la Danza del Portal (y su directora, Ana González) plantearon ayer ante la Santina en la plaza del Güevu de Villaviciosa, va camino de convertirse en realidad. Vecinos de la Villa y seguidores de su fiesta se volcaron ayer en una multitudinaria jornada en la que hasta el tiempo sonrió.

Ofició la misa solemne el sacerdote sierense Andrés Fernández, invitado por el párroco local, Jorge Cabal, y desde el templo parroquial partió la procesión hasta la plaza del Güevu. A las 66 parejas que este año bailaron la danza -con excelentes valoraciones por parte del público- se sumaron decenas de personas, de todas las edades, vestidas con el traje asturiano para acompañar a Nuestra Señora del Portal. Para muchos jóvenes era la primera vez: Raquel Núñez, de ocho años, y María Vallines, de nueve, debutaron portando una de las muchas ofrendas florales a la Virgen y el grupo de amigos al que pertenece Miriam Pando, todos de 17 años, empezaron este año a bailar la danza "para que no muera la tradición".

La Banda de Música de Villaviciosa interpretó el himno nacional cuando la imagen salió de la iglesia y dos marchas de procesión durante el trayecto. Encabezó la comitiva la Banda Gaites Villaviciosa-El Gaitero, y ya en la plaza intervinieron el coro parroquial y la Coral Capilla de la Torre, entonando la letra de la Danza del Portal. La Banda de Música la interpretó bajo la batuta de José Antonio Fernández y en plena coordinación con Ana González, referente para quienes bailaron.

Antes del inicio de la danza González explicó que esta tradición, iniciada en 1954, enlaza con otra más antigua, aquella que recorría, abierta, las calles de la Villa reclutando gente para cerrarse en círculo junto a la Iglesiona o en cualquiera de las plazas de la calle del Sol y del Agua. La directora tuvo un recuerdo además para Mari la de Lecio y Ludi Fernández, quienes ayudan "en la sombra" con la danza, y también para Martín Poladura, gaitero y hasta hace poco más de un mes director de la banda maliayesa.

La gran familia del folclore y la música fue completada, además, por el Grupo Folclórico "Aires de Asturias", que además de formar parte de la danza cantaron el ramo en el interior de la iglesia, abarrotada de fieles a la Portalina.