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Fried d'Almeida, primer abogado africano de Asturias: "He cumplido mi sueño"

Originario de Benín, llegó hace diez años a la Pola, donde ha instalado su despacho tras un duro proceso para convalidar los estudios que había cursado en Francia

Fried d'Almeida, en su despacho de la Pola. M. MENÉNDEZ

Fried d'Almeida por fin ha conseguido uno de sus sueños: ejercer como abogado en Asturias. A principios de año, después de muchas trabas, logró abrir su despacho en Pola de Siero, en donde reside desde hace una década. Es el primer letrado de origen africano de Asturias.

Es originario de Benín, país en el que se tituló en Derecho. Hijo de padre militar y madre matrona, fue afortunado por poder estudiar en un país donde la mayoría de la población es analfabeta. Su hermana es periodista. Fue en Benín donde por primera vez escuchó hablar de Asturias y fue a los misioneros católicos del norte del país, en Bembereke. "Conocí la lengua de Cervantes y me enamoré del Quijote. El castellano me llamó la atención y lo escogí como segundo idioma", destaca con entusiasmo el abogado.

Quiso ampliar horizontes y se mudó a Francia para proseguir con su formación. Allí estudió Ciencias Políticas y convalidó su título de Derecho. Compaginó sus estudios con trabajos como agente de seguridad para poder costearse la estancia y la universidad. Tuvo la oportunidad de conocer Asturias y se quedó prendado de Covadonga. "Espectacular", resume. "Realmente es un paraíso natural y tenemos todos que cuidar esta vegetación. Me fascina el paisaje. Me gusta Asturias, de verdad", añade.

Pero no sólo se enamoró del Principado, también de una polesa, que se convirtió en una razón de peso para dejar su vida en Francia y comenzar una nueva en Pola de Siero, al lado de la profesora Chiti Vallina González. Lleva aquí instalado ya diez años.

Lo más complicado ha sido lograr que le convalidaran sus dos titulaciones, y para conseguirlo ha necesitado cuatro años. Sólo de derecho tuvo que cursar nuevamente 22 asignaturas, a pesar de que en Francia no tuvo tantos impedimentos para que le reconocieran sus estudios. "Me encontré muchísimas trabas para poder ejercer", lamenta. Pero finalmente lo ha conseguido y está muy satisfecho. "Ahora sí que estoy ejerciendo", comenta orgulloso, y antes de abrir su despacho ya tenía clientes esperando por sus servicios, sobre todo en temas de cláusulas suelo, familia y extranjería. "Estoy realmente ocupado", destaca contento porque le "gusta servir", pues le "hace sentir una persona útil". "Me daba un miedo tremendo ser un 'nini'", reconoce ahora que ha logrado superar las dificultades. Además, es doctorando, pues tiene pendiente defender sus tesis y cursó un máster en abogacía. "El objetivo era estudiar, convalidar, pero finalmente he sido casi un triple licenciado", indica, pues en España es como si hubiera vuelto a estudiar Derecho nuevamente. Pide que se agilicen los trámites y confiesa, satisfecho: "He cumplido de verdad mi sueño".

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