El asunto del fraccionamiento de la contratación de los desbroces no es el único que la alcaldesa de Noreña, Amparo Antuña, tiene pendiente con la Justicia. Poco antes de que la regidora acudiera a declarar por el primer caso, el arquitecto municipal y un vecino hacían lo mismo en el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 4 de Pola de Siero por el de los "Ángeles del Infierno".

La Alcaldesa está acusada de un presunto delito de prevaricación administrativa por omisión. El denunciante, Pedro García, acudió a los tribunales al considerar que Amparo Antuña no actuó debidamente para impedir las actividades molestas, según los vecinos, que la asociación "Ángeles del Infierno" realizaba en su sede de La Felguera de Noreña y para las que no tenía licencia.

El abogado de la Alcaldesa, Fernando Barutell, insistió en que "hay un decreto de cierre del local y se ha cumplido con la legalidad. Es una asociación legalmente establecida. Se iniciaron los trámites oportunos y ya se ha resuelto el expediente administrativo", recalca el letrado.

Pedro García, acompañado de su abogado, Carlos Cima, apuntó que "sigue la actividad los fines de semana. Llamo a la Guardia Civil y se cachondean de mí". Explica que denunciaron la situación porque vive cerca de la sede, tiene niños, y estaba cansado de que no se actuara ante las molestias que causan. "Ni el Ayuntamiento ni la Policía Local ni la Guardia Civil hicieron nunca nada", lamenta.

Tras las declaraciones de la Alcaldesa; el edil de Seguridad Ciudadana, Pelayo Suárez; el jefe de la Policía Local y otro vecino, en junio, y las de ayer el juez determinará si ve indicios de delito y abre jucio oral o si sobresee el caso.