La exorbitante relación calidad-precio del reparto del gochu de las fiestas del Ecce Homo de Noreña es un reclamo para cada vez más gente. Así volvió a ser en la jornada de ayer, en la que se despacharon como quien no quiere la cosa 800 kilos de carne de cerdo en algo menos de una hora. La calidad de la carne de cerdo era muy alta, y en eso coincidieron todos los comensales. La tradición cárnica de Noreña, que hizo que las piezas estuvieran en su punto a la hora de servirse -las dos de la tarde- y la buena mano de quienes la trocearon para servirla contribuyeron a ello poderosamente. Y en cuanto al precio, ya se sabe: gratis, una palabra a la que pocos se resisten.

La amenaza de lluvia -que finalmente se cumplió, aunque no con excesiva saña durante el reparto- obligó a cambiar la habitual ubicación en los jardines del Ayuntamiento por el exterior, mejor guarecido, del centro polivalente.

Hacia las once de la mañana, comenzaba a ponerlo todo en su sitio el grupo formado por Alejandro García, las hermanas María Teresa y María Victoria Jaime, Fátima Álvarez y Marcos Backhaus. Fueron ellos quienes se encargaron de trocear y distribuir la carne para que todos los comensales pudieran dar cuenta de ella. Tienen la técnica muy bien aprendida. No en vano, por ejemplo, María Teresa Jaime tenía una experiencia de 47 años de carnicera, y eso se nota.

El reparto comenzó a las dos de la tarde. Además de los de la mesa principal, estaban para otras labores (reparto de pan, platos, servilletas) Jennifer Teixeira, Milita Colunga y las dos flamantes reinas de las fiestas, NaraTeijeiro y Carlota García.

Para pasar bien la comida, los comensales se ayudaron con los 7 litros de sidra que se encargaron de repartir Florentino Olay y Abel Álvarez. Por su parte, la alcaldesa, Amparo Antuña, participó muy activamente entregando platos a los comensales.

El caso es que, entre que los encargados del reparto tienen mano y experiencia y los comensales ganan en hambre, el gochu se acaba en un abrir y cerrar de ojos. Poco antes de las tres ya no había nada.

Marcos Backhaus, que participa en el reparto desde hace seis años, asegura que "se nota que hay más gente, porque cada vez se agota más rápido". Por su parte, María Teresa Jaime, que colabora "encantada" en el reparto del gochu desde hace más de veinte años, dijo que "la cosa fue creciendo mucho con el paso de los años", y parece que va a ir a más.

La buena calidad de la carne es una de las razones de su éxito. Todos los años reciben elogios. Salvo uno, hace doce años. "La carne salió poco hecha, y aquello era un desastre; estaba muy turrada por fuera y cruda por dentro, nos daba una vergüenza tremenda servirla".

Pero fue solo aquél año. El resto ha estado siempre en su punto y el gochu ha triunfado en Noreña un año tras otro.

Procesión

La fiesta continúa hoy con la celebración religiosa principal, la subida del "Santu" desde la iglesia parroquial de Santa María hasta la ermita de La Soledad. La misa comenzará a las doce del mediodía, y una vez que concluya, el Nazareno será subido en andas y llevado en procesión entre rezos y cánticos hasta la capilla, en el Ecce Homo, donde permanecerá hasta que comience la fiesta del próximo año.