Asturias tiene cantera de folclore, y Lugones hizo ayer gala de ello. Decenas de niños participaron ayer en el V Encuentro Folclórico Infantil de "La Sidrina", en el que tomaron parte la joven cantante de tonada Iratxe Espina, los grupos folclóricos "Trebeyu" (Gijón) y "Aires de Asturias" (Villaviciosa), y, por supuesto, los propios organizadores. "El folclore asturiano está resurgiendo y los más jóvenes queremos disfrutar de este arte que tanto nos cuesta mantener", destacan los pequeños artistas, que ayer demostraron que, cuando se suben a un escenario, se crecen más que los adultos.
"Estamos un poco nerviosos porque actuamos en casa. Es más fácil salir a bailar cuando no conoces a nadie del público que, cuando al mirar al graderío, ves a tus abuelos y familiares", explican a una Sergio Pérez, Noelia Jiménez e Itziar Mier, todos ellos miembros de "La Sidrina", antes de danzar sobre las tablas de la Casa de Cultura.
También sentían un cosquilleo en el estómago los jóvenes artistas procedentes de Villaviciosa, que llegaron a Lugones con la intención de dejar el pabellón bien alto, como así hicieron. "Nos encanta bailar, es lo mejor. Además, te permite ir a muchos sitios y conocer gente", destacan Andrea González, Lucía Iglesias y Zayra Fernández, las tres puro desparpajo, momentos antes del inicio de la función.
Pero, además de bailar y sufrir "un poco" con los nervios, este tipo de encuentros sirve, como reconocen los pequeños artistas, "para hacer muchos amigos". "Son actos que sirven para socializar, para conocer a unos y a otros. Que vean qué hacen otros grupos y que hay más actividades que el fútbol", aseguran Marta Díaz y Elena Alonso, dos veteranas de "La Sidrina" y "Aires de Asturias", respectivamente, que ayer no faltaron a la cita.
Lo que quedó más que claro es que los más pequeños tienen mucho que aportar a la escena tradicional asturiana. "Este certamen se creó hace cinco años para que los niños pudiesen subir al escenario y que vean cómo es actuar; y así queremos que siga siendo", explica la presidenta de "La Sidrina", Edita Reguera.
