Luis Alberto Sánchez Panero, al frente del Matadero Central, en Noreña, y de una empresa de logística, vivió el martes un episodio de película, con persecución en coches y policial incluida. Relata que cuando llegó a la cuadra del macelo, propiedad de su hija, se encontró a siete individuos, de etnia gitana, que estaban cargando chatarra de acero inoxidable en una furgoneta blanca. Al verse sorprendidos, la dejaron. No obstante, Panero se plantó con su coche a la entrada para bloquearles el paso y alertarles de que iba a llamar a la Guardia Civil. Eran casi las tres de la tarde.

En su narración de lo ocurrido apunta que entonces se subieron los siete encima del vehículo y comenzaron a darle patadas y puñetazos hasta que lo destrozaron porque no podían huir. Panero, ante el temor de que rompieran un cristal del vehículo, salió del coche y entonces la emprendieron con él. Forcejearon para quitarle la llave de su Porche Cayenne, que llegaron a arrancar. Pero, finalmente, los ladrones, que no llegaron a robar nada, comenzaron una huida en la furgoneta y el empresario no dudó en seguirles para darles caza. Mientras, llamó a los servicios de emergencia para pedir apoyo. Inició entonces una persecución, tratando de cerrarles el paso.

Se incorporaron a la carretera NO-1, en dirección a la rotonda de Argüelles, tomando después la AS-17 hacia Lugones hasta coger el desvío a la autovía A-8. Pero los cacos respondieron dándole golpes en la parte trasera del vehículo, embistiéndole en varias ocasiones. Logró que se pararan en el arcén y en ese momento llegaron varias unidades de la Guardia Civil de Tráfico y una patrulla del puesto de Noreña que procedieron a identificar a los individuos. Panero tuvo suerte porque en ese momento sobrevolaba la zona el helicóptero de la Guardia Civil y fueron en su ayuda agentes de Tráfico y del puesto de Noreña, de quienes el empresario destaca su gran efectividad, aún con el susto en el cuerpo y lleno de magulladuras. "No me mataron de milagro", confesó. La Guardia Civil investiga el episodio.