Es uno de los bienes individuales reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad por su vinculación con el Camino de Santiago (incluido en la lista en 2015) y ahora el Estado, a través del Ministerio de Educación y Cultura (y más en concreto del Instituto del Patrimonio Cultural Español, IPCE) la van a restaurar. La iglesia de San Salvador de Priesca, en la localidad maliayesa del mismo nombre, fue declarada Monumento Nacional en 1913 y está considerada la última construcción del arte prerrománico asturiano.
Por el momento se ha realizado la documentación con fotogrametría, un paso previo al de la restauración y que consiste en "la obtención de documentos métricos a través de imágenes". Lo explica José Manuel Lodeiro, ingeniero en Geomática y Topografía y responsable del departamento de fotogrametría en el IPCE. Etimológicamente significa "documentación de lo escrito con luz" y de las técnicas que se manejan en este campo en Priesca se ha utilizado el escáner y la fotogrametría convergente, apoyada con trabajos de topografía.
De este proceso se obtienen ortofotos, una suerte de plano pero con la información fotográfica, "muy útil porque puedes medir", mucho más que una simple fotografía porque de estos documentos se pueden obtener datos métricos. De vuelta en Madrid, donde está la sede del IPCE, los profesionales generan "el plano clásico, de toda la vida, de una sección o un alzado de un edificio, añadiendo la ortofoto, que contiene la información gráfica", de gran utilidad a la hora de restaurar un bien cultural. Tanto para el arquitecto como el restaurador o el historiador, la documentación que se genera es útil para quienes intervienen en una restauración como la que próximamente se afrontará en el templo maliayés.
Una convulsa vida
La iglesia de San Salvador de Priesca fue consagrada en el año 921, cuando el rey Alfonso III ya había muerto. El templo maliayés está considerado dentro del periodo artístico característico de su reinado, aunque además de estos rasgos característicos también aparecen muestras de la nueva corriente artística, la mozárabe, en algunas pinturas y en los arcos de herradura de algunas ventanas.
En época barroca se modificaron los compartimentos laterales y se añadieron los pórticos adosados, y fue a principios del siglo XX, en 1914, cuando fue restaurada en una intervención en la que se destruyeron las inscripciones de consagración del edificio. Con el estallido de la Guerra Civil, la iglesia fue incendiada en 1936, aunque sólo ardió la techumbre, que era la original. Fue reparada inmediatamente después de la contienda por Luis Menéndez Pidal. La iglesia tiene planta basilical de tres naves, siendo la central de anchura doble que la de las laterales y de mayor altura. Las tres van rematadas por sendas capillas en su testero oriental, mientras que en el occidental se dispone un pórtico tripartito en el que se abre una portada de arco de medio punto.
