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El Seprona, de patrulla continua en Siero

Atender las alertas para garantizar el bienestar animal y el control de reses y de los vertidos de escombros constituye su principal tarea

El guardia civil Ramiro Rodríguez y el jefe de la patrulla, Santiago Humanes. M. M.

Los ciudadanos cada vez están más concienciados sobre el respeto hacia los animales y su bienestar. Así que las alertas al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han aumentado notablemente. Eso no significa que haya más casos de maltrato ni que todos los que se denuncian lo sean, pero sí que los vecinos están más atentos a ellos. Además, el cambio en el código penal para que no sea necesario que exista ensañamiento también ha incrementado los casos. Por ejemplo, ahora, no alimentar al animal es un maltrato. Principalmente lo sufren los perros, pues los casos, por ejemplo, de vacas, ovejas y otros animales "son más puntuales".

Así lo destacan los miembros del Seprona en Siero y Noreña, que tienen base en el cuartel de Nava y que se encargan también de los concejos de Piloña, Cabranes, Bimenes, Nava y Sariego, junto a los dos primeros, que son en los que más trabajo tienen. El equipo lo forman tres agentes, que vigilan 657 kilómetros cuadrados de territorio, poblado por unos 75.000 habitantes.

La sanidad animal es uno de los ámbitos que más trabajo les genera en Siero. Dentro de esta labor destaca su papel para evitar que animales sin controles veterinarios pasen a la cadena alimentaria o que se cometan fraudes que puedan perjudicar la salud de los consumidores. Además de los controles en las explotaciones ganaderas, para que los animales estén bien alimentados y reciban tratamientos veterinarios supervisados, revisan el transporte para que se cumplan las normas de bienestar animal y todo esté en regla.

Por ejemplo, en el Mercado Nacional de Ganados de Pola de Siero, uno de los más importantes de la región, tienen bastante trabajo. Supervisan que los animales sean transportados con el DIB (Documento de Identificación Bovino) que les corresponde y, si surge alguna duda, avisan a los veterinarios para que lo comprueben y realicen pruebas de ADN. Suele darse en casos de animales robados o perdidos. "Aunque no es una práctica común, se dan bastantes casos", reconoce el jefe de la patrulla, Santiago Humanes. Los otros dos guadias civiles del equipo son Ramiro Rodríguez y Javier Beneitez. Si el Seprona no realiza estos controles "conllevaría un peligro sanitario".

Esta unidad de la Guardia Civil también se esmera para que no pasen a la cadena alimentaria ningún producto sin control ni falsificaciones, por ejemplo de alimentos con los certificados DOP o IGP, para evitar riesgos a la salud y, también, para proteger a los empresarios que trabajan en regla.Vigilan los medicamentos ilegales.

Pero son un sinfín las competencias del Seprona. En Siero, la gestión de residuos de construcción es otro de los campos que les genera bastante trabajo. Asímismo, se encargan de vigilar, en materia de minería, las canteras, y tratan de evitar la contaminación de las aguas, los fallos en el saneamiento y el riego con purines.

Actúan en caso de accidentes con productos peligrosos y en los vertederos incontrolados, y controlan empresas de limpieza en seco, laboratorios fotográficos e, incluso, establecimientos de tatuajes, así como los residuos de talleres de automoción y desguaces. Han de estar al tanto de actividades insalubres, de la legalidad de los animales exóticos y de la tenencia de razas peligrosas. Les corresponde vigilar la venta de productos fitosanitarios y plagas vegetales, además de talas, incendios forestales y el ciudado del patrimonio, entre otros.

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