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La faba de Argüelles se recupera y "pinta bien" tras dos años de escasez

Los productores de Siero empiezan la recogida confiando en que vengan jornadas de sol y viento, sin agua, para secar el grano y que no se manche

Ulpiano Huergo, Tino Prado y Santiago Galán, junto al secadero. MARIOLA MENÉNDEZ

Los productores de fabes de Argüelles (Siero) ya han empezado la temporada de recogida de las plantas. Confían en que ésta sea una buena campaña, frente a las dos anteriores, en las que tuvieron una cosecha bastante floja porque el tiempo no les fue favorable. Ahora piden que venga buen tiempo: soleado y, a poder ser, con vientos del sur, para secar les fabes. Pero poca agua u orbayu y nada de nieblas.

Los cosecheros de Argüelles empezaron a recoger la alubia hace unas dos semanas y estarán ocupados en esta tarea "de aquí a un mes". Para Santiago Galán, productor y miembro de la Sociedad Civil San Martín de Argüelles, que produce alubia acogida a la IGP de faba asturiana, "pinta medianamente bien, parece que habrá". No obstante, destaca que echaron en falta más agua en agosto para que hubiera "más grano en cada casina (vaina) y sol". Agrega que "ahora necesitamos sol y aire para lograrlas sanas y que sequen". Incluso es más favorable el segundo que el primero para cumplir esta función. Galán añade que también es buena noticia que "aparentemente no está manchada".

En la producción de faba de Asturias sigue pesando el sistema tradicional, con el secado de la alubia, aunque la demanda de la faba en verde "sube año a año", principalmente por parte de los restaurantes, pues su uso es más cómodo al no tener que ponerlas en remojo antes de cocinadas porque no han sido previamente deshidratadas. Uno de los grandes inconvenientes es que dan más trabajo porque "un kilo, entre cogerlo y esbillarlo, lleva más de una hora", destaca Santiago Galán. Además, la verde ha de recogerse en el punto oportuno. En el caso de la faba tradicional, el proceso está más mecanizado.

Entre octubre y noviembre, los cosecheros se encargan de recoger las plantas y se dejarán secando durante unos dos meses, en función del tiempo. El siguiente paso es mayar o desgranar, para después pasar a congelar durante 72 horas las alubias con la intención de combatir la enfermedad del gorgojo (papón), para matarlo, si lo hubiese. A continuación toca seleccionar la faba antes de proceder a su envasado y venta.

"Hay buena cosecha", destaca Ulpiano Huergo, productor y miembro de la sociedad civil San Martín de Argüelles. "Venimos de dos años pobres, por la sequía", agrega, confiando en que "estos meses no venga mucha lluvia". En Argüelles se cultivan de faba unas 20 hectáreas, por lo que es la parroquia del centro y del oriente de Asturias con mayor producción. Lo achacan principalmente a la tradición, pero también a sus buenas vegas y terrenos calizos.

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