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Los jubilados hacen pueblo en Valdesoto

"La Asociación de Pensionistas tiene muchas actividades y buen ambiente", destacan los participantes en la segunda entrega del bollo

Entrega del bollo y el vino en Valdesoto. A. F. V.

Los jubilados hacen pueblo en Valdesoto. Prueba de ello fue el éxito del que gozó ayer la segunda comida de hermandad de la Asociación de Pensionistas, en la que participaron 146 personas; toda una muestra del poder de convocatoria de la entidad que, según sus afiliados, se ha ganado a pulso: "Es la mejor asociación del concejo. Trabajan muy bien, hay muchas actividades y el ambiente es maravilloso".

"Hoy es un día estupendo. Va a ser mejor aquí dentro, en el centro social, que en la calle. Y eso que hace un sol precioso", vaticinaba Victoria Muñiz en los prolegómenos de la espicha popular que unió, "más si cabe", a los jubilados de Valdesoto.

Y a los de todo el concejo. Porque otra de las cosas que deja patente la Asociación de Pensionistas es que su radio de acción no se queda en Valdesoto, sino que alcanza a todo el concejo. "Vengo desde la Pola porque hay muchas actividades, talleres y, sobre todo, viajes y excursiones", explica Carmen Lastra, que compartió mesa y mantel con cuatro primas. "El ambiente que hay en esta asociación es buenísimo", destaca.

También Azucena Merayo elogia la atmósfera reinante. "Hay mucho compañerismo, y eso siempre se agradece", resalta esta polesa, que se rodea de amigas, "unas de antes y otras hechas ahora", para disfrutar de la segunda entrega del bollo de 2017, una de las novedades que ha incorporado la asociación de vecinos en el presente ejercicio.

"Estamos muy satisfechos con la respuesta que hemos obtenido en esta segunda convocatoria de día del bollo. El año pasado contamos con 86 participantes y en esta edición hay 146 comensales", celebra Avelino Cabeza, secretario de la entidad, sobre esta propuesta que nació con vocación de hermanar a los vecinos. "Valdesoto es una población muy dispersa, y lo que pretendemos es que la gente se vea, charle y pase un rato juntos", abunda el directivo de los jubilados.

Tras el reparto del bollo hubo un pinchoteo al que, según estaba programado, le seguirían sendos maratones de tute y parchís, que darían paso a una sesión de baile tras la que, "si sobra algo, también habrá cena".

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