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La falta de un auxiliar educativo impide escolarizar a una niña en el Santa Bárbara

"Tener dos hijos con el mismo horario en colegios diferentes es incompatible", clama la familia de Lugones afectada

Alberto Fernández e Isabel Alba juegan con Aitana en el parque de la iglesia de Lugones. A. F. V.

"Nuestra hija está sin escolarizar y sin recibir el tratamiento de fisioterapia prescrito por el médico. Y todo porque el Principado no quiere poner a su disposición un auxiliar". Alberto Fernández e Isabel Alba viven un calvario desde el pasado mes de junio, cuando la Consejería de Educación rechazó la solicitud de escolarización de su hija pequeña en el colegio Santa Bárbara, el mismo en el que estudia el hijo mayor de la pareja. La administración regional alega que el servicio de auxiliar educativo requerido por las necesidades especiales de la menor no puede ser atendido en este centro y sí en La Ería, donde instan a formalizar la matrícula de la niña, Aitana.

La familia entiende que ésta es una medida "discriminatoria y lesiva para la conciliación de la vida laboral y familiar" y pide al Principado "un técnico propio o itinerante en el Santa Bárbara, como se hace en otras localidades de Asturias".

De haber nacido a las 40 semanas de gestación, Aitana Fernández cumpliría 3 años el próximo marzo; pero su parto se adelantó y soplará velas en diciembre. Dada su edad cronológica -en Asturias, a diferencia de otros lugares, no se utiliza la edad corregida, es decir, la que correspondería al bebé prematuro si el parto hubiese tenido lugar según lo previsto-, la pequeña Aitana ya está en edad escolar y, siguiendo el consejo de los médicos, los Fernández-Alba decidieron que la pequeña iniciase su etapa escolar este septiembre en el colegio Santa Bárbara, como su hermano mayor.

"Pese a que tenía una mayor puntuación en el baremo de la lista de admisiones que alguno de los niños que obtuvieron plaza, no dijeron que no estaba admitida. Desde entonces reclamamos a la administración y, de momento, no hemos tenido respuesta, que es lo peor de todo", lamenta Alberto Fernández, padre de la niña, mientras la sujeta con delicadeza entre sus brazos en una cafetería de Lugones. A esas horas, si todo hubiese ido según lo previsto, la pequeña debería estar en clase.

Por la prisa que tuvo al nacer, Aitana consta como "extrema prematura". Esto conlleva en la niña un ligero retraso madurativo que, entre otras cosas, le hace requerir la asistencia de un profesor de apoyo, refuerzo en audición y lenguaje, sesiones de fisioterapia y el ya mentado auxiliar educador. "Hasta ahora, nuestra hija recibía cuidados del servicio de atención temprana, pero cuando entra en edad de escolarización estas funciones pasan a realizarse en el centro educativo. Como Aitana no puede ir al colegio, está sin tratamiento de fisioterapia y, si queremos que lo tenga, deberemos pagarlo de nuestro bolsillo", clama Isabel Alba, quien considera "imposible" pode hacerse cargo de sus dos hijos "en dos colegios distintos y con el mismo horario, sin depender de terceras personas".

Ahora la familia sierense espera una respuesta de la Consejería, que, temen, será "negativa". De ser así, Aitana seguirá sin escolarizar. Tienen claro que no quieren obligar a su hijo mayor a cambiarse de centro y piden comprensión y "el mismo trato que en otras localidades" a la administración: "Nos consta que en muchos sitios, sin ir más lejos en la Pola, existe más de un colegio que tiene este servicio. ¿Por qué a nosotros no nos lo ofrecen?", se preguntan los padres de Aitana.

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