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Así es mi oficio

Del frío de la nieve al calor de los fogones

La lugonense Lorena Bueno es monitora de esquí en invierno y en verano regenta un "foodtruck" de comida asturiana de fusión

Lorena Bueno en su caravana de kebab asturiano. MANUEL NOVAL MORO

La lugonense Lorena Bueno es desde hace años monitora de esquí, una ocupación que le gusta pero que tiene un problema: su estacionalidad, quizá todavía más acusada ahora con el cambio climático. Por eso, desde hace tres años decidió sumar a su profesión asociada al deporte otra relacionada con la cocina. Es la responsable de una "foodtruck" de kebab asturiano con el que está cosechando un éxito considerable.

Esta nueva profesión se empezó a fraguar en 2010, cuando, en su viaje de novios, vio en Nueva York este tipo de venta de comida, y le pareció "espectacular; ibas caminando por la calle y aparecían camiones circulando, abrían la trampilla y en una esquina se ponían a vender perritos".

Pero no fue hasta el año 2014 cuando, después de varios años fuera de Asturias, volvió para instalarse en La Fresneda. "Siempre me había gustado cocinar, y vi esto como una solución para no estar parada durante la primavera y el verano; entonces, llega mayo, cuelgo los esquíes y a la furgoneta; y en octubre, aparco la furgoneta y cojo los esquíes", relata.

En 2013 comenzó a preparar la caravana. "Yo tenía claro que quería vender algo asturiano y no sabía el qué". Mientras lo preparaba, el fenómeno "foodtruck" empezó a cobrar auge. Coincidió con el programa de television "Cocineros al volante". "Mi familia y mis amigos me avisaban todo el tiempo de lo que salía en la tele, porque sabían que yo lo estaba preparando. Después conocí a muchos de los que salieron en el programa, porque coincidí con ellos en eventos; la mayoría empezaron unos meses antes que yo", explica.

Pero el suyo no ha sido un camino recto, porque tardó en dar con lo que quería. El primer año vendía tortos rellenos y patatas con salsas asturianas; también empanadas caseras. "Fue muy bien, pero te das cuenta de que no termina de encajar. Y yo quería darle una fusión un poco más internacional, no pisar las ideas de compañeros y sin perder la esencia asturiana".

Entonces se le ocurrió hacer kebab. Pan de pita recién tostado con ensalada, pero con una carne que no tiene nada que ver. Lleva una elaboración previa con muchas horas de guiso. Y le añade salsa de yogur, de pimientos del piquillo, de mostaza casera ligera. "Se trataba de darle esa fusión internacional sin perder la esencia asturiana".

Con el kebak sí tocó la tecla del público, y desde que viaja con esta propuesta siente tiene mucha aceptación. "La gente lo acepta mucho mejor. Te dicen que les gusta, que acertaste. Y lo ves a la hora de vender. Tienes más gente que hace dos años". Su caravana ha recorrido Asturias, Cantabria, Galicia y Castilla y León, siempre con éxito. Pero donde más ha tenido hasta la fecha ha sido en Villablino, en León. "Fue espectacular, lo tuvimos hasta arriba".

Ahora, le gustaría que los "foodtrucks" no fueran una moda, que hayan llegado para quedarse, y también que hubiera una normativa que permitiera a las caravanas instalarse en determinados días al margen de las ferias y las fiestas.

Con su caravana ha hecho muchos amigos por toda España y llevando la cocina asturiana de fusión a todas partes. Quiere que este viaje le dure muchos años.

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