Catorce meses después de haber vigilado y defendido las cumbres de la Cordillera Cantábrica comprendidas entre Peña Ubiña y Carbacedín, en los concejos de San Emiliano de Babia, Quirós y Teverga, las milicias republicanas abandonaban las trincheras ante el avance de las tropas nacionales. Aunque las bajas no fueron numerosas, aquel tiempo, expuestos los combatientes a unas condiciones climáticas adversas, fue duro, por los ataques, descubiertas, el bombardeo de los cañones de Torrebarrio y algunas pasadas de los aviones que dejaban caer sus bombas sobre las trincheras.
En agosto de 1936, falangistas de Valladolid y León, apoyados más tarde por la Bandera Legionaria de la Falange de Lugo al mando de Arias Salgado y Alejandro Campa, habían tomado posiciones en las cimas a lo largo de la línea divisoria entre Asturias y León. Pero, organizadas la milicias republicanas, los nacionales fueron desalojados, entre septiembre y octubre, tomando posiciones para la defensa el batallón "Asturias-39" formado por cuatro compañías acuarteladas en Quirós y Teverga. Durante el invierno, las tropas republicanas habían quedado concentradas en San Martín y Bárzana, salvo los retenes de vigilancia instalados en Trobaniel.lu, Torrestío y Las Navariegas. No obstante, poco antes de la retirada invernal, ya se habían diseñado y comenzado las fortificaciones y refugios que se fueron construyendo y excavando desde Trobaniel.lu hasta La Mesa en Xistrales, Boqueirón de Ventana, Vallina del Cuervo, La Ferreirúa, La Collada, La Corona, El Regañón, y Carbacedín. Dichas obras se consolidaron ya en abril de 1937 en las que participaron mozos de la población civil alistados de manera obligatoria y rigurosa por decreto gubernamental republicano.
Trincheras y fortificaciones. Se trataba de fortificaciones estratégicas bien concebidas para el combate. A principios de octubre de 1937, ante las noticias que llegaban y los cantos y bailes que se desarrollaban en Torrebarrio y otros pueblos babianos, los oficiales republicanos temían lo peor y así, el 23 de ese mismo mes, ante las órdenes recibidas del Mando Supremo del Ejército del Norte, las milicias abandonaban el Frente de Ventana.
Itinerario histórico, cultural y turístico. Hace unos treinta años, interesado este cronista por los acontecimientos de la Guerra Civil acaecidos en los municipios de los Valles del Trubia, Babia y Somiedo, recorrió aquellos escenarios en un minucioso trabajo de campo. Al mismo tiempo, combatientes de ambos bandos ofrecieron sus vivencias sobre los hechos y así, se publicó el libro "Matar para seguir viviendo" que recoge la esencia de lo acontecido. El pasado mes de mayo, con motivo de la Ruta Vaquera (Las Regueras-Torrestío), se presentó en Teverga un documental sobre "El Frente de Ventana". Basilio Barriada, alcalde de San Emiliano de Babia, interesado por el trabajo, realizó varias gestiones en la Diputación de León y con la dirección del Parque Babia-Luna con el fin de proceder al desbroce de las trincheras de la Vallina del Cuervo y a su señalización.
Estos lugares, de fácil acceso, además de recuperar la Historia pueden convertirse en un itinerario cultural y de excelencia turística dada la gran belleza panorámica con Babia y Asturias a ambos lados y el impresionante macizo de Las Ubiñas.