El tenor canario Francisco Corujo actúa hoy a las 20.00 horas en el auditorio de la Pola en el concierto organizado por la Asociación Lírica Asturiana "Alfredo Kraus". Lo hará junto a la soprano Ruth Terán y el pianista canario Juan Francisco Parra. La recaudación del concierto se destinará al asilo de la Pola.
- Usted no es nuevo en Asturias. Ha cantado mucho aquí.
-Sí. He cantado en la ópera, la zarzuela y muchas veces para la asociación Alfredo Kraus asturiana. Tengo una muy buena relación con Asturias.
- El concierto es de ópera y zarzuela. ¿Qué diría del repertorio?
-El concierto es bastante exigente porque todas las arias que contiene el programa son de alta dificultad, y también los dúos. Las arias son muy populares, lo que tienen sus pros y sus contras, porque lo que más conoce la gente es lo que tienes que hacer. En la primera parte interpretamos primero ópera francesa y, después, ópera italiana, y la segunda parte está dedicada íntegramente al repertorio español. Es un concierto muy ameno y muy fácil de escuchar, casi todo es muy conocido.
- Está dedicado a Alfredo Kraus. ¿Qué significa para usted el gran tenor?
-Para todos los canarios es el buque insignia de la cultura, y obviamente siendo cantante lírico es una referencia no solo para los canarios sino también para la gran mayoría de los cantantes españoles. Él entendió muy bien su carrera, los límites de su voz y siempre tuvo un compromiso muy grande con la ópera y, en definitiva, con la cultura. Siendo canario y cantante siempre aparece el nombre y lo tenemos muy en cuenta. En Canarias somos muchos cantantes de ópera, y creo que uno de los artífices de ello es Kraus.
- En el concierto de la Pola abundan obras que él cantó.
-Sí. Está Doña Francisquita, el Werther, Romeo y Julieta de Gounod. Él fue muy serio en la elección de su repertorio pero en todo lo que cantó fue el mejor indiscutiblemente.
- ¿De dónde le viene la vocación de cantante?
-La razón principal es que el folclore en Canarias lo tenemos desde pequeños, lo aprendemos en la escuela, en la familia, y en mi caso mi familia paterna son todos folcloristas profesionales y yo nací prácticamente cantando folclore.
- ¿Y ese bagaje folclórico los hace distintos para cantar ópera?
-Dicen que los canarios cantamos bonito, es un concepto difícil de explicar, pero creo que tenemos un gusto especial por sacar los sonidos y el fraseo más bellos dentro de las piezas líricas. Es un canto apasionado pero a la vez serio.
- ¿Qué otra música le gusta además de la ópera?
-Soy muy melómano. El folclore latinoamericano es lo que más me apasiona después de la ópera. Y soy muy rockero. El rock nacional siempre me ha apasionado: "Los Suaves", "Extremoduro".
- Ahora se llevan mucho los concursos de cantantes en la televisión.
-Estoy en contra porque, primero, elegir a los doce o quince mejores de entre los cinco mil que hayan hecho el casting es muy llamativo. Se quedará gente mejor seguramente porque es muy difícil de valorar en tan poco tiempo. Creo que la industria necesita mucha gente nueva, caras nuevas, voces nuevas, se va muy aprisa. Hemos perdido la capacidad de pararnos a disfrutar. Uno de los problemas y de las virtudes de la música clásica y es que necesitas cierto desempeño, sobre todo para olvidarte de lo demás y dedicarte a ello. Requiere tiempo y atención, y eso no es lo que más se lleva.
- ¿Está justificado hoy llamar elitista a la ópera?
- Hoy no. Hubo un momento en el que las élites eran las únicas que podían ir a la época y se lo adjudicaron. Hoy eso ya no sirve. Es muy asequible, puedes ir vestido de cualquier manera y hay precios muy asequibles, mucho más que cualquier concierto de una estrella del pop.
