"Cada uno hace la sidra a su manera, pero con el cambio de clima hay que modificar ciertas costumbres y actuar de otra manera". Son palabras de José Riestra, tesorero del Club Sierense "Amigos de la Manzana", que este fin de semana impartió la primera de las sesiones de unas jornadas sobre la sidra, la manzana y sus derivados.

El sábado tocó hablar de la elaboración de sidra casera y dieron consejos para, al menos, poner todos los medios para conseguir una buena bebida, aunque influyan otros muchos factores. Por ejemplo, una de las cuestiones en las que insistió Riestra es en dotar de más agilidad a algunos procesos. Uno de ellos es dejar la mayada (la manzana triturada en el llagar antes de pasar al tonel) el menor tiempo posible en la prensa. Antes se dejaba entre cuatro o cinco días y el torcipié (última sidra que se extrae de la llagarada) era muy valorado por los llagareros de casa antiguos, pero ahora no parece tan recomendable.

"Hay que llenar la barrica cuanto antes, y si es en un día mejor que en dos, porque la sidra ya está fermentando desde el primer momento, y más con el calor de estos días", insistió José Riestra.

Por lo que la charla del ingeniero y vicepresidente de la Asociación de Sidra Casera de Piloña, Avelino Fuentes Madera, versó sobre cómo climatizar un llagar casero para proporcionar frío o calor según las necesidades de la fermentación, aspecto que diseccionó Casimiro Fernández, secretario de "Amigos de la Manzana", además de exponer otro problema, el de la rata topo en las pumaradas y la búsqueda de métodos para combatirlos. Antonio Fernández enseñó a elaborar sidra dulce pasteurizada. La segunda jornada es el 16 de diciembre y se hablará de derivados de sidra y manzana.