Los cacos volvieron a hacer de las suyas en Llanera. En esta ocasión, el lugar elegido fue Posada, donde los ladrones asaltaron un garaje de la avenida prudencio González. De allí se llevaron un coche que, minutos después, utilizaron para un alunizaje en un taller de motos de la misma localidad, del que sustrajeron el dinero de la caja registradora y del bote de las propinas.

Los primeros pasos de los atracadores tuvieron lugar en algún momento de la madrugada del lunes aún sin confirmar. Amparándose en la oscuridad de la noche, los cacos accedieron al garaje de un edificio de la avenida Prudencio González en su entronque con la calle río Sella. Allí encontraron su víctima perfecta: un Ford Fiesta antiguo, un vehículo pequeño que, seguramente, no estaría equipado con modernos sistemas antirrobo. Dicho y hecho. Los cacos hicieron un puente y se llevaron el coche, previsiblemente por Prudencio González.

Desde la arteria principal de Posada, los ladrones llegaron a la calle Agustín González, donde estamparon el vehículo contra el portón de Motos Tamargo, que quedó destrozado. Por el hueco dejado accedieron al interior del establecimiento, del que se llevaron el dinero de la caja y el bote de las propinas; una suma que el propietario del establecimiento ha preferido no desvelar.

"Lo que me extraña es que no se llevaran ninguna máquina. Entraron directamente a por la caja", relata el afectado, que más que la pérdida económica, ayer lamentaba los destrozos ocasionados en el establecimiento. "No chocaron de frente contra la puerta, sino que lo hicieron entre la puerta y la pared, dejándolo todo destrozado", explica el agraviado, que calcula que el robo tuvo lugar "entre las 5.30 y las 6.00 horas del lunes".

El vehículo fue encontrado en la mañana de ayer en Siero. Desde entonces la Guardia Civil trabaja para dar con los ladrones.